Otro beso en Facebook provoca un revuelo en Marruecos

Rabat

Una foto de un simple beso en Facebook causó polémica en Nador y posteriormente en todo Marruecos en octubre de 2013. Dos adolescentes fueron detenidos e ingresados en dos centros de menores. Tras la crítica internacional y la presión de las asociaciones de derechos humanos fueron declarados inocentes, pero tuvieron que escuchar al juez que les sermoneó -taoubig-, así como los comentarios de los lugareños de la sociedad conservadora de la última ciudad marroquí frontera con Melilla.

La historia se repite año y medio después. La semana pasada un joven de Agadir, en el sur de Marruecos, fue detenido en su propia casa, después de que el padre de su novia le denunciase al descubrir en Facebook una foto de los jóvenes besándose. Durante el interrogatorio policial, el chico admitió el beso pero insistió en que no pretendía dañar la imagen de su novia ni la de su familia.

Ha sido arrestado también el joven que tomó la fotografía. Según publica el diario AlYaoum24, la policía encontró imágenes y vídeos pornográficos en su ordenador.

"Lamentablemente, en estos años no ha cambiado nada en Marruecos, la mentalidad es muy difícil de transformar. Las libertades individuales en general, y sobre todo las sexuales, aquí no existen y hay pocas cosas que hayan evolucionado", denuncia a la SER Betty Lachgar del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI).

Un residente español en Marruecos nos relataba una anécdota que vivió con su pareja marroquí, "conforme paseábamos por una arboleda nos dimos un breve beso en los labios e inmediatamente salió un policía de detrás de un árbol y nos llevó al cuartelillo. Nos libramos de aquella porque su padre también es policía".

Una pareja marroquí o mixta, compuesta por un extranjero y un marroquí, no puede convivir en el mismo hogar ni dormir en un hotel si no tiene el libro de familia que demuestra que están casados. Hay prohibiciones y castigos en el Código Penal en relación con la libertad sexual de los ciudadanos si no hay matrimonio de por medio. "Pueden detener a la gente en la calle, dentro de su coche, etcétera. Y es muy molesto y difícil, cada vez que te ocurre, demostrar que con quien vas es tu marido, o es tu hermano o tu primo", se queja Lachbar.

Algo parecido le sucedió a una marroquí que imparte clases de francés en una compañía española. Una noche acompañó a uno de sus alumnos, un empresario extranjero mayor que ella, a una cena en un restaurante de comida internacional en Rabat. A la salida, la policía paró a la pareja y le exigió a la chica los papeles. Según el colectivo MALI, estás detenciones "se hacen para evitar la prostitución, que también está condenada en el Código Penal".