Internacional

"Sólo tenemos 6 pacientes, la cifra más baja desde que abrimos el centro"

Uno de los mayores centros de tratamiento de ébola, el de Kerry Town, en Sierra Leona, alcanza su cifra más baja de ingresos por enfermos de ébola desde su apertura en noviembre del año pasado

Sierra Leona

"6 casos confirmados y un solo sospechoso, es realmente una buena noticia, una cifra tan baja nunca la habíamos tenido desde que se abrió este centro en noviembre del año pasado", asegura la jefa de operaciones de Save The Children en este centro, Ascensión Martínez, una australiana de padres navarros, que lleva desde diciembre al frente de uno de las mayores instalaciones para la atención a pacientes de ébola que jamás se haya construido.

"El cuidar a los niños con ébola tiene muchas dificultades, por ejemplo, si el niño está solo, separado de su madre o su padre contagiado en la zona de aislamiento, resulta difícil animarles. Les regalamos juguetes, los enfermeros están siempre pendientes de conversar con ellos pero es complicado animar a un niño en esas circunstancias" advierte Ascensión que pone como ejemplo el caso de un niño que "se arrancaba las agujas del suero, que estaba muy nervioso porque estaba solo. Su madre también tenía ébola pero estaba en otro centro, entonces la trasladamos aquí y el niño de repente dio un cambio, mejoró y se curó" cuenta esta veterana trabajadora humanitaria que es la jefa de operaciones de Save The Children en este centro, que comparten con el ejército y el ministerio de salud británicos.

"Aquí ha muerto mucha gente pero hemos salvado la vida a la mitad de los pacientes y es especialmente alegre para nosotros cuando sacas adelante por ejemplo a un niño de 1 año al que le dimos el alta el otro día, a los más pequeños cuesta mucho sacarlos adelante" advierte Martínez.

Desde que este centro abrió sus puertas en noviembre del año pasado, en pleno pico del ébola en Sierra Leona, han pasado por aquí 280 pacientes con el virus, de ellos casi 100 menores de edad y 23 niños de menos de 5 años. A pesar de los esfuerzos de los sanitarios, han muerto 111 personas, de ellas 30 niños. Pero, los índices de mortalidad están mejorando y ahora más del 60 por ciento de los internados logran salir vivos de este centro, de Kerry Town, a poco más de 30 kilómetros de Freetown. 140 personas han salido con vida de estas instalaciones.

"Sólo tenemos 6 pacientes, la cifra más baja desde que abrimos el centro"

"El caso más bonito del centro, dos hermanos recuperados de 6 y 7 años, que al salir empezaron a identificar a las enfermeras que los cuidaron al escuchar sus voces, hay que recordar que con los trajes de protección es imposible identificar a nadie, entonces los hermanitos salieron y por primera vez vieron las caras y el aspecto de sus cuidadores y empezaron a identificar sus voces y decir tú eres Sara. Fue muy gratificante" dice sonriente Martínez que señala como elemento positivo que hace ya más de 10 días que en el centro no muere nadie por ébola, el último el pasado 11 de marzo.

La noticia positiva aquí en Sierra Leona es que por primera vez desde que comenzó el brote, el pasado viernes no se detectó ningún nuevo caso, pero el sábado fueron 7, los picos de la epidemia son constantes. De ahí que el presidente haya decretado el confinamiento de toda la población, 6 millones de habitantes durante 3 días a partir del próximo viernes. Ya lo hizo en septiembre y le sirvió para detectar casos que estaban aislados.

"Es posible acabar con esta epidemia. Los números han bajado mucho, por primera vez el pasado viernes no se registró ningún caso nuevo ese día, esto no había pasado desde que en mayo del año pasado llegó a Sierra Leona la epidemia. Ayer tuvimos otra vez 7 nuevos casos en todo el país, son datos a pesar de todo positivos. La población está mucho más concienciada", dice con optimismo una mujer que ha visto ya todo tipo de casos derivados de esta epidemia.

"Sólo tenemos 6 pacientes, la cifra más baja desde que abrimos el centro"

Kerry Town, un centro preparado

Ascensión nos hace un recorrido por todo el centro, desde la zona de tiraje donde una mampara protege a los trabajadores de las primeras comprobaciones cuando entra un paciente sospechoso, pasando por la lavandería con cientos de botas y gafas colgadas al sol, o la zona de desinfección de los enfermeros y médicos que permanentemente salen de la zona roja, la zona donde están los pacientes contagiados.

"Esto es una situación increíble, seguimos trabajando mucho, pero como tenemos pocos pacientes es a un ritmo más suave, quien nos lo iba a decir en diciembre cuando esto estaba lleno de contagiados por ébola", nos cuenta uno de los trabajadores ataviados con ropa de agua y que se encarga de supervisar la retirada de los trajes de los que van saliendo de la zona roja. "Ahora ponte los guantes, lávate las manos, ahora quítate el delantal y vuélvete a lavar las manos..." no paran de supervisar cada uno de los pasos. Mientras, el olor intenso a cloro lo inunda todo, y entre riegos con aspersores hacia la ropa, y capa a capa, acaban saliendo debajo de esos trajes especiales unos héroes empapados en sudor. Y no es de extrañar, si a la sombra hace 30 grados cuando visitamos a mediodía el centro, con estos trajes especiales la temperatura es mucho más alta.

"Cada traje cuesta 25 dólares, y desde que se abrió este centro se han registrado más de 17.000 entradas de nuestro personal, multiplica y verás, por eso algunos dicen que esta es una emergencia cara, pero salvar vidas no tiene precio", afirma Ascensión. Y es que según David del Campo, director de cooperación internacional de Save The Children, la respuesta al ébola es una de las emergencias más caras a las que se han tenido que enfrentar. "Mantener este centro cuesta de media un millón de euros al mes", detalla Del Campo que hace un llamamiento a que "los países donantes y nuestros socios y colaboradores nos sigan ayudando para poder seguir haciendo frente a este reto", señala.

Con una capacidad para 80 personas, dotado de los mejores medios, con laboratorio, centro de tratamiento de residuos, neveras para los medicamentos, aire acondicionado en algunas zonas y una cocina, que funciona las 24 horas, para alimentar a pacientes y personas con más de 500 raciones que preparan al día, este de Kerry Town es un centro con dotaciones técnicas que pocos poseen.

"De los 6 pacientes actuales, 3 de ellos son niños, y todos parece que van a vivir, que se van a recuperar dado que llevan unos cuantos días dando buenos síntomas" augura Martínez. Junto a ella trabajan más de 600 empleados locales y 70 expatriados. Además del personal de Save The Children hay trabajadores del ministerio de salud y del ejército británico y también han estado 6 meses "con una labor fantástica, un grupo de médicos cubanos que acaban de terminar su trabajo" señala Ascensión.

Ascensión recuerda que este es un verdadero hospital con sus incineradores para quemar toda la basura contaminada que produce cada día este centro, todo lo que entra a la zona roja, la zona de aislamiento donde están los pacientes contagiados, es destruido en el incinerador de altas temperaturas. Y subraya que es el único centro donde hay camas habilitadas para trabajadores sanitarios que se hayan contagiado en el país.

Esta veterana, curtida en mil emergencias humanitarias saldrá en abril de Kerry Town, espera que entonces, los casos que puedan llegar se puedan contar con los dedos de una mano o quizás soñando, sean ya 0.

 
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