Conmoción e indignación en Kenia
El Gobierno intenta justificarse después de que algunas voces hayan asegurado que desde hace ya días había un aviso en las universidades por el riesgo de que fueran objeto de ataques
Madrid
Los servicios de inteligencia de Reino Unido y de Australia advirtieron hace días a las autoridades kenianas de un ataque inminente contra alguna instalación vital en del país.
El ministro de Interior keniano asegura que han tenido en cuenta esta alerta pero reconoce que el atentado se perpetrara en Garissa les ha pillado por sorpresa. Se se trata de una ciudad pequeña, situada a unos 150 kilómetros de la frontera con Somalia y donde habita un gran número de población somalí.
Aún así las universidades habían pedido desde hace días a los estudiantes que informaran de movimientos anómalos, por eso hay indignación entre las víctimas que no entienden que no se haya hecho nada para evitarlo. “Mucha gente sabía que había una amenaza terrorista, entonces nos preguntamos por qué no ha podido responder el gobierno. Las universidades nos avisaron el 25 de marzo de la amenaza, eso significa que los organismos de seguridad, la inteligencia, tenía la información desde antes de esa fecha. Entonces por qué no han podido reaccionar. Se podía haber prevenido”, dice este estudiante.
Las autoridades han decretado un toque de queda durante al menos diez días en cuatro departamentos fronterizos con Somalia y se han suspendido las clases de manera indefinida mientras prosiguen las investigaciones.