Mohamed VI defiende a los comerciantes ambulantes

Rabat

Mohamed VI decidió crear un ley reguladora tras un informe elaborado en 2011 sobre la situación precaria de los casi 300.000 vendedores ambulantes, que cubren las necesidades de 1,3 millón de habitantes. Sin embargo, el resultado del nuevo proyecto no ha convencido al monarca que dejo tirado al ministro de Interior en el ayuntamiento el día de su lanzamiento. El rey está con los comerciantes.

Los vendedores ambulantes de la medina de Rabat hace seis meses que trabajan de forma ilegal o con dificultad por la presencia de las fuerzas auxiliares, llegando a estar varios días consecutivos sin poder extender la manta con sus productos porque les requisan la mercancía. "Siempre nos han controlado, pero antes era una vez al mes y nunca nos habían quitado la mercancía, como ahora", explican a la Cadena SER cinco de estos comerciantes tomando un té en un parque cerca de la medina.

El rey Mohamed VI encomendó una reestructuración de la ley que regula este sector al Gobierno con el fin de mejorar sus condiciones. A finales del mes de marzo los ministros de Interior, Mohamed Assad, y de Industria, Moulay Hafid Elalamy, organizaron una presentación del lanzamiento del proyecto en el ayuntamiento de Rabat, pero el monarca no se presentó y el acto terminó suspendiéndose. A Mohamed VI no le parecen suficientes los cambios establecidos, no están a la altura de sus expectativas y las de los beneficiarios. Tanto los comerciantes con el rey se niegan a abandonar el lugar de venta habitual en Rabat, uno de los zocos tradicionales en la medina que data de 1930, para instalarles en Hay Ennahda, un barrio pobre a las afueras de la ciudad. Los ministros contemplaban en su proyecto una gran superficie equipada con stands a disposición de los comerciantes ambulantes registrados.

Afif, de 38 años lleva desde hace 20 años vendiendo en este zoco antiguo, y ha pasado de ganar 130 dírhams al día, algo más de 10 euros, a estar jornadas completas sin poder extender la ropa y calzado de segunda mano que vende habitualmente. "Aquí todo el mundo nos conoce y tenemos nuestros clientes, la única solución es que pongan las casetas en la medina y no trasladarnos a otro sitio. No es rentable y no vamos a estar cómodos, así que no aceptaremos", asegura Afif.

La mayoría de los vendedores son hombres de una media de edad de 41 años. El 90 por ciento son trabajadores independientes y dos terceras partes son el sustento económico principal para sus familias. El 81,7 por ciento de los vendedores ambulantes asegura que se ha dedicado a esta actividad para escapar del paro, según datos extraídos del informe realizado por el Ministerio de Comercio e Industria en 2011.

Ahora Interior e Industria tienen la pelota sobre su tejado y trabajan en la reforma de la ley que regula una de las actividades más antiguas en Marruecos. Será el tercer plan de reestructuración del sector en la última década.