¿Diputados y empresarios?

Madrid

Existen unos cuantos debates que parecen atrapados en las paredes del Congreso y, de vez en cuando, aparecen como fantasmas por los pasillos. Todos tienen que ver con que la Cámara sea transparente y esté más cerca de la calle y, así, todos los años hay diputados que se preguntan por qué no se actualiza el reglamento o por qué no hay un registro de empresas lobistas o cómo habría que regular la compatibilidad de los diputados con actividades privadas que, en teoría, está prohibidas por la ley. Ese último es el debate que ha aparecido esta vez al conocerse que Federico Trillo y Vicente Martínez Pujalte cobraron por asesorar a una constructora.

La ley de régimen electoral dice que ser diputado o senador es incompatible con las actividades particulares. Pero dice también que, siempre que no trabajen o cobren del sector público, pueden darse excepciones. Las que autorice la Comisión del Estatuto de los Diputados y apruebe el pleno después. Así, al revisar las declaraciones de actividades de los 350 diputados, aparecen 25 que declaran ejercer como abogados y 16 casos de propietarios, administradores o consejeros de empresas privadas. La mayoría son parlamentarios del PP.

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Algunos de esas firmas se dedican a la asesoría, aunque los diputados que declaran esa actividad aseguran que no tienen relación con el sector público. Sólo la diputada popular Carmen Álvarez-Arenas alega que es consejera delegada de empresas familiares de prestación de servicios y una de ellas “percibe subvenciones de forma reglada”.

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Los vínculos con el sector público son, en efecto, la línea roja que marca la ley, la excepción que no permite. Otra cosa es que un diputado pueda trabajar para una empresa privada que luego contrate con el sector público, que es lo que ha ocurrido en el caso de Trillo y Pujalte. El diputado dijo en Hoy por hoy que aunque no fuera ético, era legal, y después paseó por el Congreso exhibiendo sus declaraciones de actividades y bienes. El PP ha defendido a su diputado y propone incluso incrementar el sistema de compatibilidades, a diferencia de la oposición. El presidente del Congreso, Jesús Posada, asegura que prefiere que los diputados se centren “en su labor”.

90 diputados han pedido la compatibilidad para ejercer –y en algunos casos cobrar por ello- como profesores de universidad, articulistas, conferenciantes o tertulianos en medios de comunicación. En muchos casos, los diputados aclaran que si acuden a las tertulias lo hacen de forma gratuita.

Se dan también otros casos: cuatro diputados que trabajan como médicos y otros cuatro recuerdan que ocupan puestos en consejos de cajas de ahorro, lo que en algunos casos conlleva percibir compensaciones o dietas. Un parlamentario anota que trabaja como ingeniero técnico industrial y otro tiene una farmacia en Abanilla, Murcia.