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CASO DEFEX

Defex apremió al Gobierno a autorizar el contrato con Angola porque su policía necesitaba "200 escopetas para las elecciones"

El coronel Larumbe, exdirectivo de Defex, superó las reticencias de la junta interministerial para la venta de equipamiento policial a Angola por 152.9 millones, con la excusa de que su policía necesitaba “con urgencia 200 escopetas de cara a las elecciones” de 2008, primeras que se celebraban tras la Guerra Civil

DEFEX apremió al Gobierno a autorizar el contrato con Angola porque su policía necesitaba "200 escopetas para las elecciones". / AKINTUNDE AKINLEYE (Reuters)

Madrid

El camino de la trama Defex para lograr el fraudulento contrato de equipamiento policial para Angola, con el que sus responsables se embolsaron, supuestamente, 100 millones de euros, fue tortuoso.

La junta interministerial llegó a rechazar en una primera reunión en julio de 2008 la venta al país africano porque Defex no tenía la condición de armero. Ante esta respuesta, el entonces director de operaciones de la comercializadora de armas y coronel retirado, Ángel María Larumbe, remitió dos cartas al Subdirector General de Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso, Ramón Muro, a las que ha tenido acceso la SER.

En las dos misivas, remitidas los días 11 y 22 de julio de 2008, Larumbe expresa su disconformidad con la decisión del Gobierno, y expresa la “pérdida de credibilidad” en que incurriría Defex con Angola en caso de “incumplimiento” del contrato.

Larumbe muestra gran interés, y reclama al subdirector general que autoricen cuanto antes la licencia, aunque de momento Defex no cumpliera con los requisitos para la exportación, “dada la urgencia que tiene la Policía Nacional de Angola en recibir las primeras 200 escopetas de cara a las próximas elecciones del 2 de septiembre”.

Al final, el 12 de agosto de 2008, el teniente general de la Guardia Civil José Manuel García Varela otorgó la condición de armero a Defex, y ese mismo día la junta interministerial del Gobierno aprobó el contrato con Angola.

Las 200 escopetas de calibre 12 para uso policial de cara a las inminentes elecciones eran solo una primera remesa. Estaba prevista la venta de 800 unidades más, así como 10.000 bombas lacrimógenas y 6.000 de humo; 17.000 pelotas de goma, defensas, grilletes y máscaras antigas; así como vehículos blindados y lanzaaguas, entre otros elementos por un total de 152.9 millones de euros. De todo este equipo, la policía angoleña solo recibió material por poco más de 50 millones, mientras que los sospechosos se repartieron un centenar.

Los comicios en Angola tuvieron lugar finalmente el cinco de septiembre, y fueron las primeras elecciones democráticas en 16 años, aunque se produjeron críticas de la oposición a la policía por “crear un cordón para evitar que sus representantes accedieran a las urnas”. Unas críticas refrendadas por Human Rights Watch, aunque desmentidas por la Unión Europea.

 
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