Los ex

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, durante un acto de campaña junto a la candidata a la Presidencia del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, este martes en Zaragoza / Javier Belver (EFE)

Madrid
Cuando el Congreso debatió este martes el reconocimiento a las víctimas españolas de los nazis en Mauthausen, el pleno estaba casi vacío. En la vida de los partidos, lo importante ahora es la campaña, tan relevante que incluso ha puesto a los ex ante los focos.
Están activos González y Zapatero y entra en escena Aznar. "Los ex son imprevisibles", suele soltar el dirigente de un partido: dicen lo que el líder no puede decir y, muchas veces, lo que no quiere oír. Tan pronto dejan temblando al partido al preguntarse dónde está el PP, que es lo que hizo Aznar en enero, como piden al votante que regrese, que es lo que hizo en Zaragoza. Van sin argumentario y han salido a defender lo suyo.
Comentario en el pasillo del Congreso: puede que sea esa la diferencia entre los partidos clásicos y los nuevos, que unos tienen ex y los otros no. Si es que Monedero no cuenta como ex, claro.
La campaña va dejando, por lo demás, imágenes para tomar nota: intelectuales que entraron en política debaten en Madrid como políticos. Algunos políticos no debaten. Ahí está la silla vacía de Rita Barberá. Monago busca el voto sobre la cinta de un gimnasio y tenemos ya el primer 'me han entendido mal', porque dice Albert Rivera que no pretendía cambiar el debate, y que en vez de hablar de lo nuevo y lo viejo se hablara sólo de los viejos. En concreto de los que son más viejos que él. Felipe González llegó a Moncloa con 40 años, Aznar con 43 y Zapatero con 44. Demasiado mayores según el criterio de Rivera.
Será por el calor tropical, pero a la vista está que los candidatos se han puesto más agresivos y la campaña que nos prometieron del nuevo tiempo acaba pareciéndose mucho a todas los demás. Y así estamos, entre el calor y el caloret. Faltan 11 días para las elecciones y dicen que hay un 20% de indecisos.




