Cinco detenidos por intentar comprar un riñón a un ‘sin papeles’

Madrid

Desde hace siete años, la policía perseguía al clan serbio Radosalevic, una de las bandas internacionales más peligrosas, especializada en el robo de viviendas de lujo de toda Europa.

Estaba afincada en la costa Dorada, en concreto en Tarragona.

Hace meses, gracias a una escucha, y de forma inesperada la policía descubrió que uno de sus líderes necesitaba un riñón para su hijo, que sufre una insuficiencia renal crónica.

“La organización puso todos sus esfuerzos en encontrar una víctima para que donase su riñó”, según ha explicado el Inspector Jefe de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV).

Esta red de delincuentes utilizó a uno de sus colaboradores, un joven marroquí. Recurrieron al mercado negro, y dieron con joven compatriota, desesperado y sin papeles al que engañaron para donar su órgano a cambio de 6.000 euros.

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La víctima llegó a ser recibido en el hospital público de Bellvitge, de Barcelona, donde fue sometido a un primer estudio clínico (nunca llegó a pasar por el comité ético del hospital, que es el encargado de verificar si realmente existe un vínculo afectivo entre el donante y el receptor, válido solo en el caso de donantes vivos de riñones).

Fue en ese momento cuando saltó la alarma, “la policía detectó este intento de compraventa, nos alertó y actuamos. Teníamos la plena seguridad de que esta operación de compraventa nunca se iba a realizar”, aclara el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, que también ha colaborado en esta operación.

El donante, catalogado por el juez como ‘víctima-testigo’, se echó atrás en el último momento. Eso le llevó a ser secuestrado, también recibió una brutal paliza.

Según ha explicado la policía, el receptor del riñón (no es menor de edad) utilizaba la identidad de su hermano, porque era el único de la familia que tenía tarjeta sanitaria en vigor.

Esta banda no solo era violenta. Según la UDEV este clan tampoco tenía escrúpulos a la hora de reclutar a niñas menores para robar. Lo hacían pagando hasta 100.000 euros a sus familias para que aceptasen participar en un matrimonio forzado.

La mujer del líder de la organización era la encargada de escoger posteriormente a las mujeres del grupo que cometerían los robos.

Al final, la policía ha abortado la intervención, antes de que le extirpasen el órgano.

Igual que ocurrió en el primer caso conocido en España de venta ilegal de órganos. En aquella ocasión también hubo cinco detenidos, entre ellos un rico político libanés que intentó comprar un hígado.