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Túnez investiga los vínculos del terrorista con extremistas libios

El director del Instituto: "Era un chico normal, tenía buenas calificaciones y disfrutaba estudiando"

Fotografía de Kairuán / MARTA DEL VADO

Fotografía de Kairuán

Túnez

Kairuán es la cuarta ciudad sagrada para los musulmanes suníes y las más importante en el Magreb. Es Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO y su Gran Mezquita es el lugar de culto musulmán más antiguo de África. Las casas de su medina están pintadas en blanco y azul. Hoy las calles están prácticamente vacías, las casas cerradas. Es Ramadán. En este entorno vivía y estudiaba Seif Rezgui durante sus cuatro años de estudios universitarios. Era un alumno destacado por sus buenas notas, dice el secretario general del Instituto Superior de Estudios Tecnológicos, Karim Belharat. Acaba de terminar su primer año de máster con buenas calificaciones.

Instituto Superior de Estudios Tecnológicos.

Instituto Superior de Estudios Tecnológicos. / MARTA DEL VADO

Instituto Superior de Estudios Tecnológicos.

Instituto Superior de Estudios Tecnológicos. / MARTA DEL VADO

"Era un buen chico. Era amable, un chico normal. Era muy aplicado, disfrutaba con los estudios. Sus profesores no se pueden creer que haya hecho esto", dice Belharat desde su despacho, con una bandera de Túnez sobre la mesa. Las clases se han acabado ya pero el director está en el centro atendiendo a la prensa extranjera. Está cansado pero asegura que lo tiene que hacer, "ha sido un atentado contra todo Túnez". El director dice que no tenía relación con grupos radicales, al menos dentro de la universidad. Y nunca hubo movimientos extraños en su entorno por eso la policía que, a tan sólo 20 metros del centro tiene una comisaría, nunca le había fichado. No era sospechoso para nadie.

Casa del terrorista, en el barrio de Ghargabiya, en Kairuán

Casa del terrorista, en el barrio de Ghargabiya, en Kairuán / MARTA DEL VADO

Casa del terrorista, en el barrio de Ghargabiya, en Kairuán

Casa del terrorista, en el barrio de Ghargabiya, en Kairuán / MARTA DEL VADO

Su casa está en el barrio Gharhabiya, en una pequeña calle sin asfaltar. Vivía en el primer piso con otros tres estudiantes. La casa ahora está vacía. Los compañeros de piso han sido detenidos para ser interrogados (se desconoce si los han liberado). El hombre que vende dulces en la esquina de su portal dice que nunca le ha visto en la mezquita. "No se le veía mucho por aquí, no tenía relación con los vecinos", dice mientras llena una bolsita de makrud, un dulce típico de esta ciudad, con miel y dátiles.

Otro hombre, Abdel Mayid, dice que ha estado este fin de semana en Gaarfour, su pueblo natal, donde todavía viven sus padres y sus tíos. "Era un simple estudiante, no me puedo creer que lo haya hecho. No sé qué le habrán hecho para convencerle... trabajaba en un pequeño café en Gaarfour. Tiene una familia muy pobre y ahora está destrozados. Me da mucha pena". Y esa es la tesis general en su barrio, entre el trajín entre vecinos y prensa, los vecinos especulan con que no ha sido iniciativa del chico sino que alguien le ha obligado o le han prometido algo a cambio.

Tienda de dulces bajo la casa del terrorista.

Tienda de dulces bajo la casa del terrorista. / MARTA DEL VADO

Tienda de dulces bajo la casa del terrorista.

Tienda de dulces bajo la casa del terrorista. / MARTA DEL VADO

Los servicios de inteligencia creen que el grupo Ansar al Sharía, movimiento radical que surgió tras la guerra de Libia en 2011, opera en Kairuán. Y el gobierno de Túnez lo declaró organización terrorista en 2013. Según avanza la investigación la hipótesis sobre un vínculo entre Rezgui y este grupo aumenta. De hecho no se descarta que haya sido entrenado en campos yihadistas libios. También investigan una posible relación entre el atentado en el museo El Bardo, en marzo, en la capital tunecina y el del pasado viernes.

El Estado Islámico ha reivindicado el ataque de Susa; se estima que unos 3,000 tunecinos se hayan sumado a sus filas en los últimos años. Los dos únicos atentados terroristas que ha tenido este pequeño país, de poco más de diez millones de habitantes, amenazan una de sus principales fuentes de riqueza y de empleo: el turismo. En ministerio de Turismo ya echa cuentas de las pérdidas económicas que van a tener este año, más de 515 millones de dólares, que supone un cuarto de las ganancias estimadas para este año en este sector.

 
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