Ángel Correa: “Lo malo ya pasó”

"Desde chico soñaba con jugar en el Atlético. Siempre me gustó. Hoy se está cumpliendo un sueño", dijo el delantero de 20 años, fichado el pasado verano pero sin oportunidades por estarse recuperando de un problema cardíaco que le detectaron en la revisión médica y del que fue operado en julio de 2014.

Acompañado por el presidente rojiblanco Enrique Cerezo y el director deportivo José Luis Pérez Caminero, Correa vivió un año después su presentación como jugador del Atlético, un acto "muy esperado", según dijo Cerezo.

El delantero de Rosario (Argentina) comenzó por ello agradeciendo a todos los estamentos del club el apoyo en un momento "muy duro" de su vida. "Por suerte pude salir adelante, y ahora estar aquí para hacer un gran año", dijo.

Correa se mostró "muy tranquilo" y confiado de que va a tener "un gran año", después de haber pasado una temporada en blanco a nivel de club, aunque sí pudo competir con la selección argentina en los campeonatos sub-20 suramericano y mundial.

"Lo pasé muy tranquilo. Sé que soy un chico, tengo mucho que aprender, y que mejor que acá en el Atlético, con este cuerpo técnico y con estos compañeros que son excelentes personas", dijo el punta rosarino al ser preguntado por cómo se tomó el curso de inactividad.

"Estoy con mucha ilusión y lo malo ya pasó. Ahora queda disfrutar todo lo que viene", dijo Correa, que de cara a la próxima temporada, no tiene un equipo preferido al que anotar un tanto. "Trato de divertirme y no soy mucho de hacer goles a ningún equipo en especial", dijo el atacante, que ya conoce la Liga española como espectador y ahora podrá disputarla con el Atlético.

"Me gusta mucho este fútbol. Yo creo que el Atlético de Madrid viene demostrando que está para pelear, esperemos que este año sea igual", dijo el delantero antes de recibir la elástica rojiblanca, aún sin dorsal establecido y de estrechar la mano con Cerezo y Caminero.

Tras el acto, el delantero argentino salió al césped del campo principal de la Ciudad Deportiva de Majadahonda, donde fue aclamado por varios centenares de aficionados, junto a los niños y niñas del campus veraniego del Atlético de Madrid, a los que lanzó varios balones firmados.

El delantero argentino llegó al Atlético en junio de 2014 procedente del San Lorenzo de Almagro argentino por unos ocho millones de euros; pero en los reconocimientos médicos previos a la firma se le detectó una dolencia cardíaca, de la cual fue intervenido quirúrgicamente quince días después en Estados Unidos.