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CAMPAÑA SOCIALISTA PARA EL 27-S

Pedro Sánchez se presenta en Cataluña como alternativa a la fractura

El líder socialista defiende que "hay margen" para una salida negociada y que ésta pasa por una reforma de la Constitución para la que su partido tiene una disposición al diálogo "sin exclusiones"

GRA272. BARCELONA, 21/07/2015.- El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención en el almuerzo informativo Barcelona Tribuna, donde ha pedido no caer en la "trampa" del presidente catalán, Artur Mas, de situar en un mismo bando a los contrarios / MARTA PÉREZ (EFE)

Madrid

Primera parada de Pedro Sánchez en la Barcelona preelectoral, donde el PSC encara la cita con las urnas dl 27-S con las encuestas en contra, atrapado en un debate territorial que se juega en los extremos. El de Sánchez ha sido un discurso moderado ("no estamos en un callejón sin salida, hay margen", ha asegurado) y con varias alusiones a las "esperanzas" de la sociedad catalana y española, aunque ha querido apuntar con el dedo a los responsables de la encrucijada catalana. Frente a las aspiraciones "trasnochadas" de recentralización del PP y la "irresponsable"  propuesta de independencia, el líder socialista ha ofrecido su reforma federal como mecanismo de integración social y política y única alternativa a la fractura en Cataluña.

    Sánchez se ha estranado en la precampaña en el Foro Barcelona Tribuna con la presentación de Miquel Roca, ponente constitucional de CDC, que se deshecho en reconocimientos al papel que el PSOE ha tenido en España como "referencia" de los cambios políticos y que, a su juicio y pese a las ampollas que ha reconocido que sus palabras puede levantar, debería seguir teniendo. Por eso le ha deseado suerte y ha recomendado a los asistentes que también se la deseen. Allí estaban escuchándole, según informa Efe, representantes de otros partidos, como el coordinador general de CDC, Josep Rull, y la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega (UDC).

Desde sus mesas han escuchado a Pedro Sánchez clamar contra el planteamiento que lidera Artur Mas. Por la forma (porque tener un voto más que la otra mitad no puede ser el camino para decidir algo como la independencia), por el contenido (porque son unas elecciones "plebiscitarias" con las que "tratan de eludir rendir cuentas" aprovechándose de una situación de "decepción e irritación explicable" de una buena parte de la ciudadanía) y por las consecuencias (conducrirán a la "fractura social y política y a incrementar la frustración").

Es cierto que lo primero que ha hecho es cargar contra la opción independentista, pero inmediatamente después se ha dedicado a explicar las razones por las que cree que el Partido Popular tiene mucha responsabilidad de la situación política en la que se encuentra Cataluña. Merece, según ha dicho, una "enmienda a la totalidad". "El precio de esa mayoría absoluta que estamos pagando los españoles, no es sólo que hayan alzado su voz quienes siempre cuestionaron todo el sistema político, sino que se hayan multiplicado quienes los escuchan", ha asegurado Sánchez, quien ha pedido que no se confunda al Gobierno popular y sus decisiones con el sistema democrático.

Frente a unos y a otros, la "irresponsabilidad independentista" y las "trasnochadas pretensiones recentralizadoras", frente a las "derechas nacionalistas" -ha matizado que hay más de una-  y quienes presentan una "enmienda a la totalidad" del sistema del 78, ha proclamado que "ha llegado la hora de reparar España". Quiere hacerlo, según ha defendido por primera vez en Cataluña en la cuenta atrás de las elecciones, con su reforma federal de la Constitución.

Ha sido a partir de ahí cuando Sánchez se ha dedicado a fondo a glosar las ventajas del federalismo como antídoto frente a todos los males que aquejan a España y Cataluña. Los sociales, los económicos y los territoriales por su potencial integrador y que hacen que, a juicio del secretario general socialista, la reforma de la Constitución, sea "perentoria". 

Parte de una propuesta "meditada" y de sus prinicpios socialistas, pero también de la certeza de que el consenso "no existe nunca con carácter previo". Hay que trabajarlo y para ello ha ofrecido su voluntad de diálogo sin exclusiones a partir de unas grandes líneas en las que ha citado la referencia a las comunidades autónomas por su nombre, la reforma del Senado para convertirlo en una auténtica Cámara territorial y el "reconocimiento de las singularidades que dan forma y presencia a la España plural". Hasta ahí ha llegado, eludiendo cualquier mención a cuestiones identitarias que los socialistas intentarán soslayar hasta después de las elecciones catalanas.

En turno de preguntas, Sánchez ha avanzado que si tiene la oportunidad de gobernar, pedirá que se incorporen los "nacionalistas moderados" a la "gobernabilidad y gobernanza" de España, informa Efe. Ha animado a aplicar el "ejemplo vasco" de colaboración entre socialistas y el PNV y ha remarcado que es "bueno que el nacionalismo moderado participe de la gobernabilidad" de España.

Dentro de la ronda de contactos con dirigentes de otros partidos tras las elecciones del pasado mayo, Pedro Sánchez mantuvo una reunión en el Congreso con Josep Antoni Duran i Lleida. La semana pasada se reunión con el lehendakari Íñigo Urkullu.

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