Las mujeres marroquíes, privadas de libertad en los espacios públicos
Dos de cada tres mujeres en Marruecos confiesa haber sufrido abuso sexual en los espacios públicos. Manoseos, agresiones, lenguaje grosero o intimidaciones son las formas más habituales de violencia contra la mujer
Rabat
La defensa de las libertades individuales en Marruecos es la gran lucha de las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales. Este año se ha debatido en el país sobre muchos temas englobados dentro de las libertades personales, como el acoso de las mujeres en los espacios públicos, la libertad sexual, el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo y la censura en distintos sectores culturales, pero también en el periodismo.
Dos de cada tres mujeres en Marruecos confiesa haber sufrido abuso sexual en espacios público
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Las manifestaciones han recorrido las calles de las principales ciudades marroquíes solicitando el respeto a las libertades individuales después de dos casos de acoso en el mes de junio, un linchamiento público a un homosexual en Fez y la agresión a dos jóvenes en un mercado popular cerca de Agadir.
Casi un 63% de mujeres sufrieron algún tipo de violencia en los espacios públicos
Casi un 63% de mujeres sufrieron algún tipo de violencia en los espacios públicos, según los datos de la encuesta nacional del Alto Comisionado del Plan sobre violencia contra las mujeres. "En los barrios populares sufres más acoso. Con acoso sexual o a acoso sexual contra la mujer me refiero a lo que los hombres aquí ven como normal, los piropos en la calle. A veces voy por la calle y hay alguno que te lanza algunas palabras o te persigue, y eso me molesta, me incómoda y entorpece mi libertad de movimiento y circulación en mi propia ciudad", relata a la SER Fátima, una treintañera trabajadora, que luce velo.
Dos jóvenes esteticistas de Meknes se instalaron en Agadir para estudiar y ahora trabajan en un salón de belleza. El pasado mes de junio decidieron buscar trabajo en la localidad cercana de Inezgane, conocida por su mercado. Pero al final acabaron pasando la noche en comisaría.
"Una persona las siguió para acosarlas sexualmente, le pidió el número de teléfono. Las chicas se negaron, y este hombre junto a otros comerciantes les gritaron esto no esta bien, esta ropa que lleváis no respeta la religión. Durante el alboroto un loco se volvió contra ellas, intentó agredirlas y las insultó debido a su ropa", explica a la SER el abogado principal del caso, Houssine Bekkar Sbai.
Su único delito fue llevar un vestido y una falda con camiseta, indumentaria propia de un mes de junio caluroso en Marruecos. Cientos de abogados se prestaron para defender a las chicas en el juicio, que congregó a las puertas del juzgado también a muchas asociaciones de derechos humanos del país. Ellas quedaron en libertad, pero el suceso abrió un debate en Marruecos.
"El verdadero islam defiende las libertades"
El abogado menciona la religión y dice que "está muy bien que Marruecos sea un país islámico, pero el verdadero islam defiende las libertades, no podemos dejar jamás entrar las ideas extremistas en Marruecos".
Este caso muy renombrado no es un hecho aislado, pocos días después una adolescente marroquí, residente en Italia, fue agredida verbalmente en un mercado mientras acompañaba a su madre a hacer la compra. Se le echaron encima con insultos por llevar un short vaquero. Uno de los clientes la grabó incluso mientras gritaba "es una vergüenza".
La ley y el derecho van por un lado y la actuación de los ciudadanos por otro. El propio ministro de Justicia, Mustapha Ramid, se dirigió a los ciudadanos en la televisión pública advirtiendo que nadie puede ejercer el rol del Estado y aplicar la ley y el derecho por su cuenta en la calle.
El artículo 19 de la Constitución reformada en 2011 defiende la igualdad entre hombres y mujeres. Y además en el mes de abril se aprobó un anteproyecto de ley que eleva a delito cualquier difamación o injuria pública contra la mujer a causa de su sexo con penas hasta dos años de cárcel.