Más de cien recursos al mes eternizan el caso Bankia

Madrid

La pieza principal del caso Bankia, en la que se investiga el proceso de fusión y salida a Bolsa de la entidad y su rama separada de las tarjetas opacas se eternizan en el juzgado número 4 de la Audiencia Nacional. La razón, según las fuentes jurídicas consultadas, es la estrategia de los abogados defensores del centenar de imputados, procedentes de los bufetes más reputados de España, que inundan de recursos ambos procedimientos, aun a sabiendas de que muchos de ellos carecen de fundamento o deben sustanciarse en la fase de juicio oral y no en la actual: el periodo de instrucción.

Como ejemplos de este comportamiento, las fuentes jurídicas consultadas citan el último recurso presentado por el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, quien reclama otro informe pericial que refute los elaborados por los expertos del Banco de España, que eran contrarios a sus intereses. Un informe innecesario porque ya fueron presentados otros dos a instancias de Bankia.

También el aluvión de recursos depositados por los 12 exdirectivos de Caja Madrid a los que volvió a imputar la Sala de lo Penal en la pieza de las tarjetas opacas. El juez instructor, Fernando Andreu, no tiene otra opción que mantener la imputación y continuar con el procedimiento, pero sus letrados han recurrido ante él la decisión, y han anunciado que si la mantiene, volverán a dirigirse a la Sala. La misma que ya ha acordado imputarles, con lo que a priori, no variará el resultado.

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Según las mismas fuentes, los abogados defensores del caso Bankia y de las tarjetas opacas, están presentando una media de algo más de 100 recursos cada mes durante los últimos meses. Entre 3 y 4 recursos diarios, que deben ser contestados por el juez instructor aunque carezcan de sentido, insisten estas fuentes, para que no puedan alegar indefensión. La mayoría de estos recursos, son elevados después por los mismos letrados a los tres magistrados de Sala, durante la fase de apelación, lo que de nuevo posterga la causa.

El Caso Fabra como precedente

La intención del juez Andreu era dictar el auto de apertura de juicio oral en ambos procedimientos incluso el próximo otoño, pero la estrategia procesal de los abogados, facultados por la Ley de Enjuiciamiento criminal, impide establecer un horizonte.

Fuentes jurídicas consideran que el alud de recursos, en muchos casos inútiles, obedece a la "estrategia del imputado culpable", a quien le interesa que se retrase el máximo la apertura del juicio oral por varios motivos. Sobre todo para que se "olvide la causa" y "carezca de interés" cuando, pasados varios años, tenga que sentarse en el banquillo.

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El segundo es que incluso el imputado puede beneficiarse del retraso que él mismo ha provocado, al alegar "dilaciones indebidas" en la causa. Hay un precedente. El expresidente del PP y de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, consiguió rebajar de ocho a cuatro años de cárcel su condena por fraude fiscal, con este razonamiento. La instrucción de su caso se alargó 10 años por los recursos que él presentaba, y finalmente, esta técnica le benefició porque la ley se lo permitía. Los jueces vinieron a decir que el reo no es responsable del retraso si en el ejercicio de su derecho, consigue demorar la causa. La culpa es del sistema.