Se triplica el coste de la nueva unidad de aislamiento del 'Gómez Ulla'
De los 6,5 millones de euros iniciales, el Gobierno ha invertido ya 21,5 millones. Según Defensa, porque "al final se ha realizado un proyecto de mayor envergadura contra enfermedades de un alto riesgo biológico”. El Ministerio de Sanidad esperaba su inaguración en febrero de 2015
Madrid
Desde hace años, en el Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’ ya existe una zona habilitada para aislar y atender a pacientes ante un posible ataque NBQ (Nuclear, Bacteriológico y Químico).
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Esa unidad estaba instalada en la planta 22. Se ubicó en ese piso porque es el más próximo a la azotea del Hospital Gómez Ulla, donde hay un helipuerto operativo. De esa forma, los pacientes pueden acceder al centro sin el riesgo de que estén en contacto con el resto del hospital.
Hace más de un año y medio, el Ministerio de Defensa decidió que había que mejorar esa planta. De hecho, cuando el Gobierno decidió repatriar a Miguel Pajares, el misionero español con ébola, no pudieron enviarlo al Hospital Gómez Ulla porque por entonces esa planta ya estaba en obras, “para adaptarla a una unidad de aislamiento convencional”, según recuerdan a la SER fuentes del Ministerio de Defensa.
Unidad de aislamiento de alto nivel
Pero el Ejecutivo fue más ambicioso, quiso reconvertir la antigua unidad de aislamiento de la planta 22, en una unidad de aislamiento biológico de alto nivel.
Esa decisión se tomó en diciembre de 2014. Ese mes, el Consejo de Ministros, siguiendo con la recomendación del Secretario de Estado de Defensa, decidió declarar “la tramitación de urgencia de los trabajos para la adecuación de la planta 22 para enfermedades infecciosas”.
Por entonces se fijó un presupuesto de 6,5 millones de euros (desglosado en dos anualidades). Aunque ya antes, en noviembre de ese año, el Gobierno había aprobado un crédito previo de 7,4 millones euros “para completar la remodelación de la planta 22”, a través de un Real Decreto.
Retrasos en la inauguración
Según un documento oficial, el Ministerio de Sanidad esperaba la inauguración de esa unidad en febrero de 2015. Pero, los meses fueron pasando, y el proyecto se fue retrasando.
La explicación de esa demora, según Defensa, es que "se decidió realizar un proyecto de mayor envergadura que fuera capaz de enfrentarse a la amenaza no solo del ébola, sino también para responder a cualquier otra amenaza por enfermedades de alta contagiosidad y alto riesgo biológico”.
Es decir, se fueron “incrementando las necesidades”, desde el Ministerio de Defensa han puesto varios ejemplos, “se decidió que hubiera doble exclusa en vez de simple, se decidió que hubiera tratamiento de las aguas y excretas, se decidió hacer una zona especial de desinfección de material y de seguridad siguiendo doctrina OTAN para unidades NBQ-R”.
Incluso se ha utilizado “materiales que no existían en el mercado”, por eso, han tenido que “diseñarlos y desarrollarlos”, como por ejemplo, “los inodoros”, según explican a la SER desde el Minsiterio de Defensa.
En enero, el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó otros 10 millones de euros para “reforzar, perfeccionar y modernizar una unidad previamente existente para dotar a la defensa nacional y al Sistema Nacional de Salud de medios sanitarios muy necesarios”.
Esa inversión, se completó con el crédito de 4 millones de euros, aprobado también por el Consejo de Ministros “en estrecha relación con las medidas adoptadas durante la pasada crisis del ébola”, según se explicó “para la continuación de los trabajos de remodelación”.
Ocho habitaciones de máxima seguridad
Este martes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría ha inaugurado esta nueva unidad, "que nos sitúa a la vanguardia" de Europa, con una de las unidades más modernas y seguras de Europa, según ha dicho en su discurso, acompañada de los Ministros de Defensa y de Sanidad.
Esta nueva unidad de aislamiento tiene uno de los niveles de bioseguridad más altos de Europa. Inicialmente, en el proyecto inicial se diseñaron 16 habitaciones de máxima seguridad, pero finalmente, serán ocho. “Se expuso al grupo de lucha contra el ébola presidido por el Ministro de Sanidad. Ellos decidieron que era suficiente con ocho habitaciones de alto nivel y las ocho restantes fueran de menor nivel para uso de infecciones convencionales y para pacientes en cuarentena”, según han explicado a la SER desde el Minsiterio de Defensa, aunque esas ocho habitaciones de menor nivel aún están construidas.
Las ocho habitaciones de máxima seguridad están diseñadas para tratar cualquier enfermedad de alto riesgo de contagio, no solo ébola, sino también cualquier amenaza biológica o de bioterrorismo.
Una de las novedades de esta nueva unidad es la zona de desinfección, cuenta con una doble exclusa para que los profesionales puedan cambiarse sin riesgo alguno. También se ha diseñado un complejo sistema de control que permite, a través de varias cámaras, monitorizar cada rincón de las habitaciones sin necesidad de entrar.
Cerca de 55 profesionales, entre civiles y militares, forman parte de esta nueva unidad. Según ha explicado el Ministerio de Defensa se trata de personal plenamente formado.
Javier Bañuelos
Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de la información sobre Interior y Defensa. Antes trabajé...