El ejército israelí mata a tres presuntos agresores en Jerusalén y Cisjordania
Jerusalén continúa en estado de alerta ante el riesgo de nuevos ataques y el ejército se desplegará mañana en la ciudad para apoyar a la policía

El cuerpo de uno de los palestinos, autor del apuñalamiento, en Jerusalén. / Ilia Yefimovich (Getty Images)

Jerusalén
Tres palestinos, los tres presuntos atacantes, han muerto el sábado por la mañana en Jerusalén y en la ciudad palestina de Hebrón (Cisjordania), cuando han atacado o intentado a apuñalar a israelíes. Una militar israelí esta herida, según la policía.
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El primer incidente del día se registró en Hebrón, cuando un colono israelí mató a tiros a un joven palestino de 19 años que, según la policía, había intentado agredirle con un cuchillo. Varios pequeños asentamientos han crecido desde hace años en el corazón de Hebrón, donde los judíos veneran la tumba de Abraham, un lugar también sagrado para musulmanes y cristianos, y la tensión y los enfrentamientos en las calles del centro de esta ciudad palestina son frecuentes.
Medios palestinos han publicado que el palestino muerto no intentó agredir al colono israelí y que éste le atacó sin motivo. Un video que pone en entredicho la versión oficial de los hechos circula desde hace horas por las redes sociales.
Minutos después de este incidente, un palestino que intentó apuñalar a varios israelíes moría tiroteado en Armon Hanetziv, un asentamiento israelí del este de Jerusalén, donde esta semana ya murieron dos israelíes en un ataque perpetrado en un autobús. Además, una joven palestina intentó apuñalar a varios soldados, también en Hebrón y fue abatida por la policía, informaron fuentes oficiales.
Con estas nuevas muertes asciende a 40 el número de palestinos fallecidos violentamente desde principios de octubre, un tercio de los cuales atacaron o intentaron atacar a israelíes, según la policía. El resto han muerto tiroteados durante manifestaciones antiisraelíes en Gaza y Cisjordania.
Además, siete israelíes han fallecido acuchillados, atropellados o tiroteados desde principios de mes.
Jerusalén, epicentro de esta ola de violencia, sigue en estado de alerta por miedo a nuevos ataques y desde mañana, 300 soldados serán desplegados en la ciudad para apoyar a la policía israelí. La tensión en las calles es palpable. El centro de Jerusalén está casi desierto, los transportes públicos circulan semivacíos y los habitantes extreman sus precauciones. En los últimos días se han impartido hasta clases de autodefensa en varios lugares de la ciudad.
Del lado palestino se respira el mismo miedo. Las autoridades palestinas han acusado a Israel de perpetrar “ejecuciones a sangre fría” de jóvenes en los últimos días y han presentado pruebas ante la justicia internacional para que los culpables sean castigados.
En un intento de impedir nuevos ataques, la policía israelí ha colocado grandes bloques de hormigón en las entradas de algunos barrios palestinos del este de Jerusalén. En estos retenes improvisados se controlan los movimientos de palestinos y se intenta impedir que agresores potenciales entren al oeste de Jerusalén.
Este sábado y por primera vez desde que comenzó esta ola de violencia, se celebrará en Jerusalén una manifestación árabe israelí para pedir la paz y el fin de la ocupación israelí.
Los analistas coinciden en que mientras las razones que provocaron esta ola de violencia sigan presentes, la calma no va a retornar, comenzando por la tensión en la explanada de las mezquitas en Jerusalén y el avance de la colonización. Hasta ahora, no ha habido ningún movimiento concreto en el ámbito político para intentar rebajar la tensión. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el viernes en Nueva York para tratar esta ola de violencia que se vive en Israel y Palestina y el secretario de Estado norteamericano John Kerry podría venir a Jerusalén en los próximos días y reunirse con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu la semana que viene en Berlín.




