La Audiencia Nacional ordena la detención del etarra Aitor Elizaran

Madrid

Francia excarceló el viernes al exdirigente de ETA Aitor Elizaran después de cumplir una condena de seis años en la prisión Fleurys Merogis (París). Las autoridades francesas trasladaron al etarra al aeropuerto para embarcarlo en un vuelo con destino a Madrid, debido a que tiene una prohibición de residencia en el país galo. A su llegada a la capital española, Aitor Elizaran quedó en libertad.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido su detención por el delito de lesa humanidad del que le acusó en octubre el juez José de la Mata. Y el juez de guardia ha acordado esa detención para que sea trasladado a Madrid, a la Audiencia, y se le pueda interrogar por dicho delito.

Fuentes jurídicas han explicado a esta redacción que la orden está dictada desde el sábado, cuando llegó a España, pero que todavía no ha sido localizado.

El juez de guardia, tendrá que valorar si la causa general que se le imputa tiene algún dato objetivo o prueba de su autoría para mantenerle en prisión, de otra forma, el terrorista seguirá en libertad en España porque tiene prohibida la entrada en Francia.

La policía española no pudo detenerle el sábado porque a pesar de que fue procesado en octubre por un delito de lesa humanidad, el juez José de la Mata no acordó ninguna medida cautelar contra él, por lo que, sin orden expresa, no ha sido posible su detención.

El sábado el juez de guardia, a petición de la Fiscalía, solucionó este inconveniente y dictó una orden de detención que no se ha podido ejecutar porque no ha sido localizado aún.

Una vez que se encuentre a disposición judicial, la jueza Carmen Lamela deberá valorar si procede su ingreso en prisión aunque la jueza no tiene, por ahora, suficientes elementos ya que el procesamiento por un delito de lesa humanidad es una acusación genérica como dirigente etarra en la que le atribuye haber dado órdenes para cometer varios atentados que están siendo investigados en otros juzgados.

Según fuentes jurídicas, para que la acusación de lesa humanidad tenga verdadera efectividad debería haber sido dictada, al menos, por alguno de los juzgados que tienen o han tenido causas pendientes con este etarra.