Los periodistas hemos estado con Rajoy en algún avión, pero no se recuerda al presidente en el autobús de la prensa durante la campaña. Tampoco cuando estaba en la oposición. El encuentro ha durado unos 15 minutos y el tema principal ha sido el tenso debate que protagonizó este lunes con Pedro Sánchez. Rajoy piensa que ganó «la buena educación y la sensatez» porque eso lo valora la gente y no «la sobreactuación de Pedro Sánchez». «Esta broma no se la aguanto». Nos ha dicho. Rajoy asegura que en sus 30 años de vida política nunca había vivido un ataque semejante y sostiene que él, ni en los mítines, va «agrediendo» al resto de esa forma y por eso, nos ha explicado, le salió «del alma» calificar al líder socialista de ruin, mezquino y deleznable. El presidente ha comentado que «no hay color» con los debates que mantuvo con Zapatero y Rubalcaba. A pesar de ello, Rajoy no espera disculpas de Sánchez y afirma que fue él quien se acercó a saludar al dirigente socialista al término del cara a cara. Sobre los resultados del 20-D, Rajoy ya no tiene tan claro que el PSOE sea la segunda fuerza política, pero no ha querido entrar a hablar de pactos. Se mantiene en su línea, no hace quinielas ni adelanta acontecimientos, pero el presidente cree que para España, después de las elecciones, sería bueno la estabilidad y que para ello sería necesario llegar a algún acuerdo que garantice la gobernabilidad. La prensa también ha querido aprovechar la oportunidad para preguntar a Rajoy sobre Gómez de la Serna. Rajoy ha echado balones fuera asegurando que con la campaña no ha estado “encima de este tema” y que ni siguiera “ha llegado a hablar con él”.