Veinte años desde que el periodismo web empezó a tomarse en serio
La versión online de 'The New York Times' cumple su vigésimo aniversario, una fecha en la que cambio la forma de entender y hacer periodismo
Madrid
Hace 20 años que The New York Times anunciaba entre sus páginas uno de los hechos que iba a cambiar el mundo del periodismo tal y como se conocía. "The New York Times empieza hoy a publicar diariamente en la World Wide Web, ofreciendo a sus lectores de todo el mundo acceso inmediato a la mayoría de los contenidos del periódico impreso", rezaba un texto del 22 de enero de 1996.
La idea había rondando durante mucho tiempo en las cabezas pensantes del diario, pero los usuarios apenas conocían el entorno web y sus aplicaciones en el mundo de la información. Un año antes, Peter H.Lewis en un artículo llamado 'The Web' analizaba las bondades del nuevo entorno digital: "Permite que, incluso los principiantes, puedan buscar a lo largo de todo el mundo textos, imágenes y, en algunos, casos sonidos".
Una de las ideas más atractivas para sus propulsores era la de facilitar el histórico de noticias de manera online. Nada de tener que rebuscar entre montañas de periódicos apilados; información siempre disponible.
En ese mismo año, 1995, el editor Arthur Sulzberger consideraba esta nueva vía como una apuesta de la que no esperaba obtener retornos inmediatos. “No necesito hacer dinero este año, y tampoco el año que viene”, aseguraba. Más optimista afirmaba que “en algún momento, no muy lejano, vamos a tener que empezar a ver un retorno financiero. Y creo que eso no será tan difícil como pensamos hoy”.
Una de las preguntas trascendentales en ese momento, extrapolable a la actualidad, era cómo se iba a financiar. Su modelo de negocio se basaba en la publicidad, por lo que se decidió aplicar la misma fórmula. Sin embargo, durante un año y medio los lectores extranjeros abonaban una cuota de acceso.
Como rudimentaria fórmula para analizar la frecuencia con la que los usuarios les visitaban, los propulsores del New York Times online decidieron hacer obligatorio el registro. “Sabíamos con qué frecuencia nos visitaban y podíamos usar estos datos con los anunciantes”, afirma Martin A.Nisenholtz, presidente de The New York Times Electronic Media Company.
“En ese momento nadie podría realmente saber lo importante que iba a ser. Creo que todos nosotros teníamos la sensación de que algo importante estaba ocurriendo”, aseguraba Nisenholtz en una entrevista. El tiempo, finalmente, le acabaría dando la razón. A partir de ese momento, los ciudadanos tendrían un universo informativo cada vez más amplio e inmediato.