Agrelo: "Yo prefiero estar de parte del padre Esteban que del lado del Gobierno"
La decisión de Marruecos es firme y el padre Esteban, que sigue en Melilla, determinará con sus superiores regulares de La Compañía de Jesús cuál será su próxima misión y destino

El jesuita Esteban Velázquez retenido en Melilla. / Youtube

Rabat
El Arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, ha decidido romper el silencio que mantenía desde hace dos semanas cuando las autoridades marroquíes no permitieron la entrada al país al Padre Esteban. "Tuve la impresión desde el principio que esta decisión no tenía vuelta atrás aunque esperábamos que hubiera algún tipo de aclaración, pero no se produjo ni creo que se vaya a producir", explicó ayer en una entrevista telefónica a la Cadena SER.
La decisión de Marruecos es firme y el padre Esteban, que sigue en Melilla, determinará con sus superiores regulares de La Compañía de Jesús -más conocidos como Jesuitas-, cuál será su próxima misión y destino. "El camino del padre Esteban en esta etapa de su vida se abre a nuevos horizontes y nuevos desafíos", dijo Agrelo.
La Gendarmería marroquí interceptó al padre Esteban Velázquez el día 11 de enero cuando cruzaba la frontera de Melilla a Nador, donde ha residido los últimos tres años en una misión de ayuda a los inmigrantes. Le quitaron la tarjeta de residente por orden de las autoridades marroquíes, que le impiden entrar en Marruecos sin ofrecer ningún motivo.
El obispo llamó al día siguiente del suceso al embajador de España en Marruecos y al Encargado de Negocios de la Santa Sede, que ya habían sido informados por las autoridades marroquíes para sorpresa del religioso. "Sobre los motivos de la decisión, que yo sepa, a nadie hasta el día de hoy se le ha dado información", afirmó el Arzobispo, que desconocía la ley. "Lamentablemente son competencias que tienen los estados y las ejercen. En la frontera pueden rechazar a quien quieran y ningún estado tiene que dar explicaciones a nadie de por qué concede o deniega el acceso al territorio", le indicó Ricardo Díez-Hochleitner, embajador de España.
Para esta postura, el religioso también tiene una respuesta, "a mi entender, las leyes que conceden a los Estados esa autoridad discrecional sobre las personas, contradicen espíritu y letra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos".
Desde el Arzobispado reconocen la autoridad y respetan la legalidad, pero no por ello dejarán de denunciar la iniquidad. "Una legalidad injusta es una injusticia legal", consideró Agrelo. Este envió ayer una carta dirigida "a la iglesia de Dios que peregrina en Tánger" con la intención de expresar la gratitud al religioso que pertenece a su Diócesis desde hace más de tres años, "al que han igualado y tratado como a los inmigrantes a los que tampoco dejan entrar por las fronteras"; y también para denunciar a los Gobiernos y su política en las fronteras.
La versión sobre el motivo de expulsión que ha barajado esta semana la prensa sobre la posibilidad de que el padre hubiera sido considerado espía del Gobierno español debido a un informe económico que hacía sobre la zona del Rif "es pura fantasía -defendió el Arzobispo-. Probablemente sí estaba haciendo un estudio era para la escuela de formación Baraka, que intenta conseguir una salida profesional a los chicos".
En cuanto a la otra posible causa, el proselitismo religioso, que señalaron medios locales, el sacerdote explica que en Marruecos los cristianos "vivimos serenamente en medio de la comunidad musulmana, celebramos nuestros ritos, administramos nuestros bienes y desarrollamos multitud de actividades a favor de los pobres porque nos protege un Dahir real -de la época de Hassan II-, un documento sencillo de hospitalidad".
En la Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger en Nador continúa trabajando el mismo personal -chóferes, mediadores sociales, etc.- y además se ha creado un nuevo equipo de cuatro religiosas, que residen en la localidad, para encargarse de los diferentes sectores de la atención a los inmigrantes: el comedor social, la asistencia social, la casa de acogida, y la sensibilización y atención pastoral. "Continuaremos trabajando también en el monte con los subsaharianos siempre que las autoridades lo permitan y así lo espero porque lo que hacemos es pura labor humanitaria. Un trabajo sencillo, callado y eficaz en favor del que no tiene nada y representa una ayuda para las autoridades civiles a un lado y al otro de la frontera", aclara Agrelo.
En España, cinco ONGs de la red Migreurop han solicitado hoy la intervención diplomática española en el caso del jesuita canario. Las organizaciones consideran que lo que ha molestado a Marruecos es la denuncia pública que ha hecho el religioso de la vulneración de los derechos humanos de los inmigrantes en la frontera.




