Una derrota con lectura positiva
El Atlético cayó derrotado en el Camp Nou y el Barcelona le saca 3 puntos más Goal-Average con un partido menos, pero los rojiblancos sacan buenas conclusiones de su partido.
Diego Godín e Ivan Rakitic, durante el Barcelona - Atlético (2-1). / Alex Caparros (Getty Images)
Madrid
Los datos son claros y contundentes: El Barcelona GANÓ el partido. Jugo bien, mal, regular, con dos más, sin crear ocasiones, sin estar maravillando al mundo entero con su fútbol virtuoso, pero GANÓ. Y el Atlético PERDIÓ. Con unos primeros 20 minutos de partido brutales, con errores clamorosos, con dos jugadores menos y una lección de casta difícilmente olvidable, pero PERDIÓ.
Si a esto le sumamos que el Barcelona es líder con 3 puntos más que los Atléticos, más la diferencia de goles a favor en caso de empate y con un partido menos ya que debe jugar el aplazado ante el Sporting, podemos decir que el Atlético se dejó muchas opciones de repetir el título de Liga que consiguió precisamente en el Camp Nou hace dos temporadas.
Hasta aquí los datos fríos, los palpables, los que se pueden observar sin ningún tipo de análisis ni lectura… pero, para los rojiblancos, el partido del pasado sábado dejó algunas cosas más por analizar.
En la parte negativa se puede decir que el Atlético perdió por errores graves propios. Las expulsiones de Filipe Luis y Godín fueron claras y justas. Se puede dudar de la primera cartulina amarilla del uruguayo, pero ya llevando una, se pasó de revoluciones en la acción que propicia la segunda. Son errores humanos de dos profesionales a los que no se les conoce por su juego brusco o violento. Acciones aisladas que le costaron muy caro a su equipo pero que ellos mismos ya analizan y esperan “revancha” deportiva en los próximos partidos.
La otra mala noticia de los “colchoneros” vino en forma de lesión en la figura de Augusto Fernández. Tras hacer un gran encuentro (el mejor desde que viste la elástica colchonera) el argentino se quebró el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda y estará un par de meses de baja. Una lástima para un jugador que ha gozado de la confianza de Simeone desde el primer momento y que estaba empezando a alcanzar el nivel que esperaban en el Manzanares.
El aficionado del atlético se marchó enfadado a la cama el sábado por que además la sensación fue de que 11 contra 11 el Atlético podría haber hecho mucho más, incluso ganar en el Camp Nou y obviamente se le llevaba los demonios.
Pero el aficionado rojiblanco también asistió a una demostración de casta y coraje espectacular, de un equipo que no se rindió ni con 10, ni con 9 y que tuvo alguna ocasión para haber logrado una proeza sin parangón. Agarrados a un espectacular Carrasco que eclosiona al nivel de Griezmann la temporada pasada y sujetos por el gran momento de Saúl Ñiguez en el centro del campo el Atlético, por fin pareció encontrar la fórmula de jugarle al Barcelona de Luis Enrique, el rival que más quebraderos de cabeza le ha dado a Simeone en los últimos cuatro años. Y esto que acaba de leer no es cuestión baladí.
El Barcelona desde que el asturiano es su técnico siempre ha ganado al Atlético que se ha visto superado por el toque de los culés así como por sus contras a bordo del tridente. De cara a un posible enfrentamiento en Champions (como pasó el año de Tata Martino) Simeone saca lecturas positivas de su planteamiento y desarrollo del partido del pasado sábado.
Así pues el “colchonero” de a pie se marchó al rincón de pensar con una extraña sensación de Jekyll y Hide: Se perdió, la Liga se escapa, podíamos haber ganado… pero el equipo tiene muy buena pinta, nunca da un partido por perdido, el próximo duelo contra el Barça será diferente… todo un cuadro médico digno de psicoanálisis.
