Messi: 300, 301 y media Liga

Madrid

Todas las cuentas de la Liga pasaban por El Molinón. El Atlético fue líder de la Liga a falta de ese partido. Y el Real Madrid se veía a cuatro puntos del Barcelona a la espera de este choque aplazado por la participación del equipo de Luis Enrique en el Mundial de clubes que terminó ganando en diciembre.

Llegó Messi, una vez más, e hizo que todas las cuentas dejaran de valer. Todas, menos las suyas. Porque con su gol 300 y con el 301 en la Liga como blaugrana, el argentino dio una victoria a su equipo que le permite dejar a los de Simeone a seis puntos de distancia y a siete a los de Zinedine Zidane. No es el alirón, pero sí media Liga.

Porque un día después de que Cristiano presumiera de sus goles fuera del Bernabéu, Messi contestó con un recital lejos del Camp Nou. Y eso que tanto él como el Barcelona tararon en despertar. Luis Enrique volvió a su tierra con novedades: Arda Turan por Iniesta y una defensa con Adriano, Mathieu y Vidal como compañeros de Piqué.

Sorprendentemente, el que más novedades introdujo en el once fue Abelardo. Nueve con respecto a su último once en la Liga. Funcionó la fórmula hasta que se despertó la fiera. De hecho, contuvo el Sporting al Barcelona y amenazó a la contra.

Pero Messi dejó su primer zarpazo antes de que se cumpliera la primera media hora del partido con un disparo desde fuera del área que no pudo atajar Cuéllar. Era su gol 300, ese al que renunció cuando, a lo Cruyff, regaló a Luis Suárez el penalti que se le pitó ante el Celta.

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Dos minutos le duró la ventaja al Barça, hasta que una de las contras del Sporting lo rompió. El último pase, desde la izquierda, fue de Menéndez, que asistió a Castro para que rematara en el segundo palo y subiera al marcador el 1-1.

Seguro que lo celebraron los perseguidores del Barcelona en la Liga. Sin embargo, Messi volvió a amargarles la tarde cuando se asoció con Luis Suárez para hacer el 1-2… y su gol 301. El uruguayo llegó con fe a un balón y levantó la cabeza para encontrar a su compañero, que resolvió con el exterior.

De los tres del tridente, Messi y Suárez fueron los más activos. Neymar lo intentó, pero se encontró con el palo en uno de sus disparos a puerta. No fue su partido, pero sí el de Luis Suárez, que fue el gran protagonista en la segunda mitad.

Primero, por fallar un penalti. Después, por su golazo. La pena máxima se la hicieron a Neymar. Messi se la dejó al uruguayo para darle la razón a Cristiano cuando deja entrever que el tridente quiere ver a Luis Suárez como Pichichi. El 9, sin embargo, no aprovechó la ocasión. Tiró bien, casi a la cepa del palo, pero la estirada de Cuéllar para atajar su tiro fue inmejorable.

Se desquitó el delantero poco después con una acción más propia de Messi que de él. Dentro del área, se perfiló hasta encontrar la posición para un disparo con la zurda. El tiro fue inapelable en esta ocasión para Cuéllar. Era el 1-3 y el partido –muy meritorio tanto del Barcelona como del modesto Sporting- acabó en ese momento. Como la Liga, que salvo un asalto del Real Madrid al Camp Nou está prácticamente sentenciada.

No se vio mucho más que a Messi y Luis Suárez. Arda no terminó de brillar en el partido en el que ocupó el sitio de Iniesta. Y el partido no era el idóneo para ver lo gran futbolista que puede llegar a ser Halilovic. No estaba pensada la fiesta para ellos.

El Barcelona sale más líder de El Molinón. El Atlético perderá muy pocos puntos y el Madrid los ganará casi todos, pero es difícil ver dónde pueden recortarle al Barça seis y siete puntos, respectivamente, en lo que queda de campeonato.