Mario Conde, del éxito a prisión
El perfil del exbanquero, detenido nuevamente este lunes por blanqueo de capitales
Madrid
Mario Conde fue el más exitoso hombre de negocios de finales de los años 80, abogado del estado gallego que, aliado con el multimillonario Juan Abelló, entró en Banesto como accionista mayoritario y llegó a ser presidente de la entidad, llevándola a la ruina y a la intervención, tras detectarse un "agujero" de 600.000 millones de pesetas (3'6 millones de euros).
Mario Conde: el más exitoso hombre de negocios de los años 80, otra vez en prisión (perfil)
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Esta sería una simple historia de triunfo y fracaso si no fuera por lo que vino después.
Acusado de apropiación indebida, estafa y falsedad por su gestión, durante su periplo judicial Conde fue relacionado con un supuesto caso de chantaje al gobierno y al rey y la amenaza de revelar el contenido de cintas grabadas por el CESID a importantes personajes públicos si no se le libraba de la cárcel. Aquello, que se llamó el caso Perote y ocupó largamente las portadas de algunos medios, tuvo eco mediático pero no desenlace claro, salvo la condena para el excoronel Perote, que se llevó las comprometedoras microfichas.
<p>Se han bloqueado una veintena de cuentas bancarias por un total de 10 millones de euros</p>
Condenado en primer término por el caso Argentia Trust, Mario Conde pasó por la cárcel y tras la concesión de la libertad provisional resurgió de sus cenizas y se convirtió en martillo de corruptos y denunciador de una supuesta trama negra para desacreditarle. Publicó un libro, creó una revista, y el maltrecho CDS le eligió como cabeza de cartel en las elecciones de 2000. No sacó escaño.
En 2002 el Supremo se pronunció sobre el caso Banesto, aumentó la pena de 10 a 20 años y Conde regresó a prisión. Pasó a tercer grado tres años después y regresó a los focos: inhabilitado para ejercer cargos financieros la política era su natural elemento, y creó su propio partido, Sociedad Civil y Democracia, con el que se presentó a las autonómicas gallegas. Y tampoco consiguió ser diputado. Más éxito ha tenido como contertulio en televisión o como escritor con libros como La palabra y el tao (2008), Cosas del Camino y Memorias de un preso (2009).