Ecuador eleva a 413 los muertos por el seísmo y advierte que la cifra aumentará

«Temo que esa cifra aumentará porque seguimos removiendo escombros», decía Rafael Correa en Portoviejo, provincia de Manabí, en sus primeras declaraciones en el país, ya que acababa de regresar de Europa, donde ha participado en un foro académico organizado por el Vaticano. El mandatario ecuatoriano ya ha recorrido varias zonas afectadas por el terremoto como las ciudades de Manta, Portoviejo y Tarqui, donde habló y escuchó a la gente afectada. El gobernante considera que «la tragedia es muy grande» y dijo que «hay todavía muchísimos cadáveres entre los escombros», pero aseguraba que el país sabrá «salir adelante»: «El espíritu ecuatoriano sabrá salir adelante, sabrá superar estos momentos extremadamente difíciles», declaro Correa. También señaló que 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y 4.005 policías están desplegados por las zonas más afectadas y los hospitales están funcionando correctamente para dar asistencia a los heridos. Según dijo, los equipos y protocolos están funcionando adecuadamente bajo la coordinación de la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). El mandatario, quien envió un mensaje de «infinito amor» y un «abrazo solidario» a quienes han perdido a seres queridos, expresó su gratitud a los bomberos, soldados, policías y funcionarios que se han movilizado ante la catástrofe. También agradeció los mensajes de solidaridad de Gobiernos de la «Patria Grande» latinoamericana y dijo que, además de la llamada del presidente del Gobierno en funciones de España, Mariano Rajoy; la presidenta de Brasil, Dilma Roussef; el de Argentina, Mauricio Macri; y el colombiano Juan Manuel Santos le han expresado su respaldo ante la situación que vive su país. «Muchas gracias a la Patria Grande, al mundo entero por la solidaridad», manifestó el gobernante, quien indicó que el terremoto del sábado fue «la mayor tragedia de los últimos 67 años», desde el terremoto de Ambato del 5 de agosto de 1949.