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PREPARANDO NUEVAS ELECCIONES

Pedro Sánchez volverá a los carteles del PSOE sin rival interno

El Comité Federal del PSOE activa este sábado las primarias a las que el sector crítico ha renunciado a presentar una alternativa, a pesar de la división interna

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al inicio de una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del partido / Javier Lizón (EFE)

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al inicio de una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del partido

Madrid

El calendario interno del PSOE arranca este sábado en el Comité Federal que convocará las primarias para elegir de nuevo a Pedro Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno. Será su segunda oportunidad y sin oponente con posibilidades reales porque el sector crítico de los socialistas (el que lidera Susana Díaz con el aliento de federaciones como Valencia, Castilla-La Mancha o Aragón y dirigente históricos del PSOE, entre ellos expresidente Zapatero) ha optado por no dar la batalla hasta después de las elecciones a pesar de la desconfianza, que no niegan en privado, en Pedro Sánchez.

La decisión tomada en el PSOE hace unas semanas de retrasar el 39º Congreso federal para "cuando haya gobierno" llevaba implícita la renuncia a sacar a la luz el debate interno ante de los comicios, pero en este tiempo ha habido voces del PSOE que han intentado que Susana Díaz diese el paso y pelease la candidatura a Pedro Sánchez en las primarias abiertas, por mucho que su decisión de esperar quedó patente cuando renunció a pelear por el mantenimiento del congreso en mayo. Ese cónclave se celebrará después de las elecciones y es ahí cuando, según fuentes socialistas, Susana Díaz quiere aspirar a la Secretaría General del PSOE, dando por hecho en estas cábalas que Pedro Sánchez no logrará ser presidente del Gobierno al segundo intento.

"¿Por qué hemos llegado hasta aquí?"

Con este panorama afronta la campaña electoral un PSOE que ha tenido en estos meses de búsqueda de una mayoría de gobierno un discurso unánime en público (lo primero es la gobernabilidad de España, decían todos) y otro muy distinto en privado, sobre todo, en el sector crítico. A medida que han avanzado los acontecimientos, en ese ámbito se ha extendido una opinión: "¿por qué hemos llegado hasta aquí?". Eso es lo que se pregunta un veterano socialista que asegura que el 20-D quedó claro que no había números para sostener el Gobierno del PSOE y que, si el partido lo hubiera asumido así, ahora tendría el trabajo interno hecho y el discurso a punto para presentarse de nuevo ante los comicios. Está ese comentario impregnado de una autocrítica que se hacen los críticos: "dejaron" a Sánchez al frente del partido la noche electoral cuando los resultados eran los peores de la historia del PSOE y no garantizaban el Gobierno.

Lo cierto es que después de la noche electoral, había otro hito que tenían señalado en rojo en los cuarteles de las federaciones críticas: la investidura fallida de Pedro Sánchez. Según el análisis de algunas voces críticas, cuando el 5 de marzo el presidenciable socialista saliera del Congreso sin ser presidente habría recorrido todo su camino y sería el momento de plantear una alternativa. La suma de Ciudadanos a la estrategia del PSOE (sumando ese bloque más que el PP y bloqueando las opciones de Mariano Rajoy) blindó a Sánchez internamente, porque, pese a las escasas expectativas de poder gobernar, seguía teniendo oxígeno para poder intentarlo, lo que dificultaba a sus detractores la tarea para desplazarlo, según admiten fuentes del sector crítico.

Según la tesis que comparten varias fuentes socialistas enfrentadas a Sánchez, con las gestiones que ha hecho desde que recibió el encargo del Rey el pasado 2 de febrero, el líder socialista solo ha logrado generar falsas expectativas y provocar la actual "frustración" en la organización que ve, según añaden en ese relato, cómo se ha "desdibujado" el perfil del PSOE con el acuerdo con Ciudadanos. Dado que Pedro Sánchez y Albert Rivera no sumaba la mayoría suficiente, ese pacto "solo" sirve, según esos socialistas críticos, para blanquear la imagen de Albert Rivera, de forma que pueda rascar votos del PSOE por el centro, al tiempo que maniata al PSOE por la izquierda tras haber logrado solo un pacto por la derecha.

Del mismo modo, mientras Ferraz resta importancia a la posibilidad de que cuaje la alianza entre Podemos e Izquierda Unida, en el partido cunde la preocupación. Hay federaciones como la andaluza que ven que, con esa coalición, Podemos consigue lo que no tenía en las elecciones de diciembre, que es implantación territorial y, sobre todo, movilizar el voto rural a través de los alcaldes de Izquierda Unida que, hasta ahora, no encontraban en especial incentivo en unas generales.

Cambios en la lista de Madrid

Está por ver si este debate aflora en la reunión del comité federal de este sábado, que marca el inicio de la cuenta atrás electoral y de una nueva tregua interna. En esa reunión se activará el proceso de elaboración de las listas, que volverá a ser de abajo a arriba, de los consejos provinciales al federal, aunque no hay previsto borrón y cuenta nueva.

Sí que hay muchas voces en el PSOE que defienden que se modifique la candidatura de Madrid, que quedó en cuarto puesto el 20 de diciembre. Entonces hubo una gran bronca por los fichajes de la militar Zaida Cantera y sobre todo de Irene Lozano, la exdiputada de UpyD a la que, tras la tormenta interna, no han dado especial protagonismo en el PSOE. Para encajar a Lozano en Madrid, Sánchez desplazó a Guadalajara a su secretaria federal de Empleo, Luz Rodríguez, que ocupó el puesto del entonces imputado Pablo Bellido. Pero Bellido ya está libre de cargas judiciales y, según fuentes socialistas, lo lógico es que vuelva a ser el número uno que tuvo que abandonar por las citadas circunstancias. Si Luz Rodríguez vuelve a la lista de Madrid, inevitablemente desplaza a los fichajes femeninos de Sánchez, dado que las listas están configuradas en cremallera, alternando hombres y mujeres en la candidatura.

En Ferraz aseguran que Sánchez aún no ha tomado una decisión, tampoco sobre si quiere integrar de nuevo a su ex rival, que no sacó escaño en diciembre: Eduardo Madina. Cuando peleó en primarias el liderazgo, el socialista vasco mantuvo un encarnizado enfrentamiento con Susana Díaz que, paradójicamente, cuenta ahora con su apoyo. Está por ver el encaje de Madina en las nuevas candidaturas. Según fuentes del PSOE andaluz, en esta federación no tienen previsto tocar sus candidaturas, entre otras cosas, porque les permitieron ganar las elecciones en diciembre pasado.

 
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