Piqué no se puede rendir

Madrid

Debe ser muy surrealista estar disputando un partido de clasificación para el mundial, con toda la adrenalina de la clasificación y un marcador ajustado, y que vengan a decirte que si te has cortado las mangas de una camiseta para ocultar una franja de unos colores y que deberías salir a explicarlo… Te tienen que dar ganas de mandarlo todo al carajo. Hasta ahí es comprensible la reacción de Gerard Piqué. Un calentón ante una injusticia te puede llevar a tomar decisiones erróneas, es humano. Pero mantenerse en la postura de renunciar a la selección tras el Mundial de 2018 por el ruido que montan algunos alrededor de su falta de “españolía” sería un tremendo error.

Sobre la caña que le dan en las redes, sobre todo en twitter, una herramienta genial pero también una selva llena de amargados, me permito recordarle a Gerard un refrán muy nuestro: “No ofende quien quiere sino quien puede”. ¿Qué han hecho por nuestro país toda esa panda de zoquetes que le insultan y le quieren fuera de La Roja? ¿Qué representación tienen sobre la afición española? Aunque hubiera decenas de miles que inundaran la red con hastags y mensajes críticos, aunque llegaran a ser tendencia y TT y no sé qué más , solo representarían a una pequeñísima parte de los aficionados. Si Piqué abandona la selección por ellos les estaría haciendo felices y otorgándoles un poder que realmente no tienen.

En cuanto a los pitos en algunos estadios, que cada vez son menos, tenían que ver sobre todo con madridistas dolidos por las mofas públicas del azulgrana hacia su equipo. Rectificado ese comportamiento en los últimos tiempos por parte de Piqué, los silbidos habían menguado porque hasta los aficionados del Madrid reconocen que el desempeño de Piqué con la selección es extraordinario.

Si vamos a las críticas o al tratamiento informativo que le dan algunos medios y compañeros al asunto, con los que podemos estar o no de acuerdo, no creo que estos deban condicionar una decisión tan radical como el abandono de la selección, cuando son una clara mayoría los periodistas y medios de comunicación que ensalzan a Piqué y defienden su compromiso con el equipo español.

En definitiva, no entendería que un futbolista con un historial como el suyo, habiendo demostrado y ganado todo con la selección, se dejara influir por una corriente de opinión minoritaria y renunciase a seguir en un lugar en el que se ha ganado el derecho a estar hasta que su nivel futbolístico se lo permita. Además sería un desprecio a la mayoría de aficionados que ponderan y valoran sus actuaciones.

Piqué debe enfriarse y rectificar. Si no lo hace, deberíamos pensar que hay otros condicionantes en su decisión, que bien explicados seguro que serían respetables. Pero dejarlo por unos cuantos gritones no sería de ley.