Un caso de acoso sexual en televisión desata el escándalo en Francia

Madrid

El programa francés Touche pas à mon poste!, un clásico del canal C8, quería conseguir un hito histórico: mantenerse en riguroso directo durante 35 horas en antena.

No obstante, el programa ha sido noticia por otro motivo: el trato vejatorio del colaborador Jean-Michel Maire a la bailarina oriental Soraya Riffy. Durante el programa, el periodista besó los pechos de la bailarina delante de la audiencia pese a que ésta se había negado en reiteradas ocasiones a ser besada por Maire.

Todo empezó con un sketch sobre el atraco a Kim Kardashian

El presentador del programa Cyril Hanouna y el colaborador Jean-Michel Maire decidieron recrear, en tono jocoso, el atracó que sufrió la celebrity Kim Kardashian en París.

Fue entonces cuando entró en escena la bailarina oriental Soraya Riffy, quien interpretaba el papel de Kim Kardashian. Tras finalizar el gag, el presentador explicó que todos están muy excitados en el plató puesto que era la 1.30 de la mañana y Riffy acudió al plató con un escote prominente: "Estamos muy excitados, aquí hay cosas que salen de todas partes, de todas partes", refiriéndose a los pechos de la bailarina), "Es la 1.30 de la mañana y vemos a una persona... Gracias, madame, gracias".

Riffy se negó en varias ocasiones

Tras su confesión, el presentador sugirió a Riffy besar al colaborador. La bailarina se negó pero, al mismo tiempo, el colaborador insistió en besar a la joven.

Riffy volvió a negarse en varias ocasiones e incluso se le vio incómoda durante el transcurso del suceso. No obstante, el colaborador optó por hacer caso omiso a la negación de la mujer y le besó en el escote después de apartarse para recibir un beso en la mejilla.

Esta reacción incendió las redes sociales, quienes acusaron al periodista de misoginia y machismo. Al mismo tiempo, el Consejo Superior Audiovisual francés admitió que haría un informe después de recibir más de 250 denuncias tras el suceso.

El periodista pidió perdón en directo

El periodista, tras el revuelo causado por el beso en el escote, volvió a aparecer en el programa de Hanouna para pedir perdón. El colaborador, deshecho en lágrimas y con la voz temblorosa, pidió disculpas ante la audiencia: "Me ha dolido la violencia de las acusaciones. Si soy un tonto, lo confieso sin problema. Y si me pasé, pido disculpas de nuevo".

Mientras tanto, Riffy salió en defensa del colaborador, a quien denomina una persona muy respetuosa: "A pesar del jaleo, lo he apreciado mucho en el plató. Dejad de atacarlo, este hombre es muy respetuoso y no merece ninguna sanción".