La evacuación de 'la jungla' de Calais se desarrolla "en calma y orden"
Sesenta autobuses saldrán hoy del campamento hacia centros de acogida franceses
París
La evacuación de migrantes de la llamada 'jungla' de Calais se desarrolla en calma y de manera ordenada, según ha manifestado el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. Casi una tercera parte de los sesenta autocares previstos para toda la jornada habían partido ya a mediodía hacia los centros de acogida y orientación repartidos por toda Francia. Los primeros, con destino Borgoña, Alpes, Bretaña y el norte de Francia. Mañana están previstos 45 autobuses más y el miércoles, otros 40.
Una larga cola de migrantes (sudaneses, afganos, eritreos y kurdos, en su gran mayoría) se concentran en el hangar donde son seleccionados para su distribución. Se separa primeros a los menores y a las mujeres. También, por nacionalidad y atendiendo a sus deseos de partir en grupo, según las autoridades.
<p>Miles de inmigrantes sobreviven a la intemperie con una comida diaria en el puerto atlántico que une Francia con Gran Bretaña.</p>
Las asociaciones humanitarias vigilan el transcurso de la operación. "Seguimos de cerca sobre todo a los más vulnerables, a los menores no acompañados, para que se respeten sus derechos", afirma Amely Coury, jefa de proyecto de Médicos sin Fronteras en Calais.
No está claro si estos jóvenes y adolescentes (hasta 1.300 habían sido censados antes que Londres abriera las puertas a más de dos centenares las últimas semanas) se quedarán en las instalaciones oficiales para migrantes del puerto de Calais, que por ahora no se destruirán. Las excavadoras para destruir las tiendas de campaña y las casetas no entrarán en todo caso hasta mañana.
Chistian Salome, que coordina a mas de 200 voluntarios de la asociación Albergue de Migrantes, calcula que algunos se van de este lugar "con verdadero entusiasmo por probar una nueva vida lejos de la precariedad" y que al menos "otros 4.000 se van voluntariamente, son huidos de la guerra y van a pedir asilo en Francia". Pero teme lo que va a pasar con el resto –se estima que hasta ahora vivían en 'la jungla' entre 5.000 y 8.000 personas– "que siguen empeñados en cruzar al Reino Unido y que tendrán que abandonar por la fuerza este lugar".
El desmantelamiento de este campamento salvaje tras 14 años de existencia precaria es un desafío logístico, humanitario y también político para el Gobierno socialista y el presidente François Hollande.
Pascal Brice, jefe de la Oficina Francesa para los Refugiados y Apátridas, declara a la Cadena SER que "el desalojo no es algo improvisado ni electoralista, como se ha criticado" desde algunas asociaciones, sino algo "planificado desde hace 24 meses y que tiene un fin sobre todo humanitario".