La reconstrucción del PSOE

Madrid

El PSOE ha dejado para 2017 su proceso de reconstrucción y a esta tarea interna va a estar dedicado prácticamente todo el año porque una vez que se celebre el congreso federal, que Javier Fernández ha dicho que será antes del verano, tienen 60 días para convocar los cónclaves regionales que no van a ser precisamente paseos triunfales para los líderes territoriales.

Quedan muchas incógnitas por despejar en los próximos meses en el PSOE y todo va a depender de las condiciones en las que salga el partido del congreso federal, sobre todo, de si logra la unidad que no consiguió en los cónclaves de 2012 y 2014.

La incertidumbre se extiende a las federaciones, empezando por la de más peso, Andalucía. Está por ver si se abre el debate sobre la sucesión en la Presidencia de la Junta si finalmente Susana Díaz da el salto a Ferraz, aunque la propia líder andaluza ha considerado que ambos puestos son compatibles.

Todos los presidentes tendrán que afrontar procesos internos. Guillermo Fernández Vara no tiene demasiados frentes en el PSOE extremeño mientras que el resto de barones alineados con la nueva mayoría del PSOE cuentan con una mayor contestación interna. En Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia hay dirigentes críticos cuyas opciones tendrán más o menos recorrido según lo que ocurra en el cónclave federal y está por ver si, finalmente, agotado el tiempo de la gestora, Javier Fernández decidirá dar un paso atrás en Asturias.

Entre los secretarios generales críticos la más afianzada es la presidenta balear, Francina Armengol, mientras que Sara Hernández (Madrid) y Luis Tudanca (Castilla-León) han visto mermadas sus fuerzas desde la dimisión de Pedro Sánchez.