El senador republicano Jeff Sessions, nominado por Donald Trump para ser su fiscal general, se compromete ante un comité del Senado a jugar un papel de contrapeso en el futuro Gobierno de Estados Unidos y a decir «no» al millonario neoyorquino «si se excede» en su poder. Sessions ha hecho estas declaraciones en la primera de sus audiencias en el comité judicial del Senado, destinada a evaluar su designación como fiscal general del futuro Gobierno de Donald Trump y que ha sido interrumpida en varias ocasiones por manifestantes que gritaron: «¡no a Trump, no a un EE.UU. fascista, no al Ku Klux Klan (KKK)». Senador por el estado de Alabama durante 20 años y conocido por sus duras posturas en inmigración, Sessions ha defendido la independencia de la Fiscalía general de EE.UU. y considera que cualquiera que desempeñe ese cargo debe estar «comprometido a seguir la ley» y ser fiel a la Constitución del país. «(Esa persona) debe estar comprometida a seguir la ley. Él o ella deben estar dispuestos a decir no al presidente si se excede. No debe ser una persona que autoriza sin cuestionar», afirma Sessions. En su declaración, Sessions ha tildado de «falsas» algunas de las acusaciones que se han lanzado contra él, como que persiguió a los defensores de los derechos civiles de los afroamericanos y apoyó al grupo racista Ku Klux Klan durante su etapa como fiscal para el distrito sur de Alabama (1981-1993). «Aborrezco al Ku Klux Klan, lo que representa y su odiosa ideología», asegura Sessions, quien no se ha referido en su declaración a las constantes interrupciones de los manifestantes. Sessions ha reconocido que con algunos de los comentarios que hizo sobre Hillary Clinton en campaña es normal pensar que no sería objetivo si hubiera algún proceso judicial contra la exsecretaria de Estado, así que él mismo se recusaría, se mantendría al margen y llegado el caso, nombraría a un fiscal especial. El nuevo fiscal también ha manifestado que no apoya prohibir a los musulmanes la entrada al país, como dijo Trump, aunque sí ha dejado caer que la inmigración hace caer los salarios a los americanos por la mano de obra barata. Además ha prometido que protegerá los derechos de la comunidad LGTB y que, en lo que tiene que ver con el matrimonio homosexual, respetará lo que diga el Tribunal Supremo. En cuanto al waterboarding -el ahogamiento simulado- ha sido bastante claro señalando que, aunque en tiempos de Bush hubo mucho debate al respecto, ni ese método ni ninguna otra forma de tortura puede ser permitida. En este comité del Senado le seguirá le seguirá el general Kelly, futuro responsable de la Seguridad Nacional. Para este miércoles, turno del candidato a Secretario de Estado Rex Tillerson. El ritual desembocará el próximo 20 de enero en la toma de posesión de Donald Trump. Esta noche Barack Obama va a pronunciar el último discurso de su mandato desde Chicago.