Los detenidos en los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Washington durante la toma de posesión del presidente Donald Trump se han elevado a 217 mientras que los agentes con heridas leves son seis, confirmó Peter Newsham, jefe de policía interino de la ciudad. Newsham, quien antes había informado de 95, actualizó la cifra ante la prensa en la sede de la Policía Metropolitana, mientras centenares de manifestantes continuaban concentrados de manera pacífica en diversas partes de la ciudad. Newsham señaló que se han presentado cargos contra todos los detenidos por «disturbios», y resaltó que representaban «un porcentaje muy pequeño» de todos los manifestantes. Las heridas de los agentes son leves, agregó el jefe de policía quien dijo que se produjeron como consecuencia de las piedras y objetos contundentes lanzados por los protestantes. Los manifestantes rompieron los cristales de varios automóviles, entre ellos uno de policía, y quemaron papeleras, mientras que las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos para tratar de dispersarlos. Asimismo, incendiaron una limusina aparcada en una de las calles, a apenas unas manzanas por donde más tarde discurrió el desfile presidencial de Trump y su familia con destino a la Casa Blanca. Los enfrentamientos comenzaron a primera hora de la mañana, con la rotura de ventanas de varios comercios, y se recrudecieron al mediodía en la confluencia de las calles 12 y K del centro de Washington, una vez que Trump asumiese oficialmente la Presidencia. La alcaldesa de la ciudad, la demócrata Muriel Bowser, dio la bienvenida a las protestas pacíficas, pero subrayó a la prensa que no toleraría la destrucción del vecindario ni la violencia contra los agentes de policía. Washington se encuentra protegida por un enorme despliegue de seguridad con calles cortadas para la toma de posesión del presidente Trump.