Finura, menos con los nuestros
Los partidos ensayan acuerdos con los demás mientras parecen incapaces de acordar consigo mismos

El secretario general de Podemos, Pablo Igleisas, durante las declaraciones a la salida de la reunión / Emilio Naranjo (EFE)

Madrid
Mariano Rajoy ha vuelto a pedir finura para la política española. A lo italiano: "Finura y moderación", dijo esta semana además de presumir de los pactos que ha alcanzado el PP. Los ha alcanzado, entre otras cosas, porque no le queda más remedio.
Pero Rajoy repite lo que otros muchos dicen: que en esta legislatura se requieren acuerdos para todo. Hay contactos en público y los hay sobre todo en privado. Será por el qué dirán. Ahí tienen las negociaciones de PP y PSOE por el Constitucional. El caso es que todos llaman al acuerdo, que es lo que dicen las encuestas que quieren los españoles, y se produce entonces la gran contradicción: los partidos acuerdan con los demás pero parecen incapaces de acordar consigo mismos.
En vez de acercamientos, se ahondan las trincheras internas, como si fuera más fácil entenderse en el Congreso de los Diputados que en sus propios congresos, que empiezan en febrero. Se agranda la distancia entre Iglesias y Errejón pese a la reunión de este miércoles en la sede de Podemos. No hay acercamientos tampoco entre los que se dice que se presentarán en el PSOE, ni entre quienes quieren ponerse en la cola en el PP para cuando toque la sucesión de Rajoy, sea eso cuando sea. Hasta en Ciudadanos aparecen críticos pese a que no tiene pinta de que vayan a durar.
Tiene morbo orgánico lo que pasa en los partidos grandes porque hay disputas de poder y egos. Ahí cabe poca finura. Pero tendrá un impacto también ideológico: lo que se discute, en el fondo, es la posición ideológica de cada partido. Eso nos dará pistas sobre cuáles son los acuerdos que están por venir.




