El decreto de Trump contra los inmigrantes provoca indignación en todo el mundo

Madrid

La orden de restringir la entrada de ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes a Estados Unidos ha desatado una ola de críticas por parte de mandatarios de medio mundo, que consideran la medida divisiva, ilegal, insultante y discriminatoria. Trump firmó la orden el viernes prohibiendo la entrada de ciudadanos de Siria, Irak, Irán, Yemen, Libia, Somalia y Sudán  por 90 días y también suspendió la admisión de refugiados durante  120 días. La orden impide que todos aquellos que huyen de la guerra en Siria puedan entrar indefinidamente a los Estados Unidos.

Mientras varios países han condenado la medida, estados de mayoría musulmana no afectados por la nueva medida, no han opinado al respecto. Australia, quien tiene políticas restrictivas contra entrada de refugiados, ha sido una de las pocas naciones que ha apoyado la política del gobierno estadounidense.  Estas son algunas de sus reacciones:

Países afectados por la política antimigratoria

Irán: La política de Trump es “insultante” y un “regalo para los extremistas," ha dicho el ministerio de exteriores. Irán tomara medidas “recíprocas para asegurar los derechos de nuestros ciudadanos hasta que se hayan levantado las medidas insultantes del gobierno de Estados Unidos contra los iraníes”, agregó el ministerio.

Yemen: La prohibición de entrada “no está justificada” y “apoya a los terroristas que quieren crear división entre su gente”. El ministro de asuntos exteriores de Yemen, Abdel-Malak al-Mekhlfi, añadió en su cuenta de Twitter, “es ilegal e ilegítimo culpar a los yemenís de ser una fuente  de terrorismo”.

Sudan: “Los ciudadanos de Estados Unidos son conocidos por su buena reputación, su respeto a las leyes americanas y por no tomar medidas radicales ni criminales” dijo el ministerio de asuntos exteriores, agregando que el pueblo sudanés “son herederos de la antigua civilización del Nilo que está marcada por la tolerancia y la coexistencia.”

Países europeos

El Reino Unido: El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha calificado de “vergonzosa” y “cruel” la nueva política migratoria de Estados Unidos. En una declaración publicada en su cuenta de Facebook, Khan dijo que las políticas de Trump podrían perjudicar “los valores de libertad y tolerancia sobre los que Estados Unidos ha sido construido.” Asimismo, el ministro de asuntos exteriores, Borís Johnson, calificó las medias como “divisorias” y “malas”. Una crítica a la que la primera ministra May viendose criticada por su tibieza en la primeras declaraciones que hizo, y presionada por miembros del parlamento añadió “no estamos de acuerdo con este tipo de enfoque y no es el que nosotros vamos a adoptar.” No obstante, añadió May, “la política de inmigración es asunto de los Estados Unidos”.

Alemania: La canciller Ángela Merkel ha sido una de las voces más contundentes. La dirigente “está convencida de que la guerra decidida contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generalizada a personas en función de una determinada procedencia o religión".

La Comisión Europea

El portavoz de la Comisión Europea, Annika Bredidhardt, recordó las palabras del presidente de la institución: “Europa ha cometido errores en el pasado haciendo distinciones entre judíos, cristianos y musulmanes. No hay religión, creencia o dogma respecto a los refugiados".

Canadá y Australia

Canadá: el primer ministro Justin Trudeau, defendió la importancia de recibir a los refugiados sin referirse explícitamente a la orden ejecutiva de Trump. En un tuit el mandatario dijo “aquellos que huyen de la persecución, el terror y la guerra son bienvenidos a Canadá.”

Australia: “Es vital que cada nación pueda defender sus fronteras” dijo el primer ministro Malcolm Turnbull, convirtiéndolo en uno de los pocos dirigentes en apoyar abiertamente el decreto de Trump. “Es fundamental discutir la seguridad fronteriza y la amenaza ilegal e irregular de inmigración.”

Alto Comisionado de las Naciones Unidas

El portavoz del Alto Comisionado de la ONU, Zeid Ra'ad Al Husein, calificó el decreto de la administración norteamericana  como “ilegal” y “malvado”. El portavoz agregó que las medidas  anunciadas "desperdician recursos  para la luchar contra el terrorismo.”

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