Roberto Bautista inicia la remontada en Osijek

Croacia

"Nunca hay que dar pistas al rival, es mejor no exteriorizar las emociones", es una frase que utiliza de forma recurrente Roberto Bautista para definir su tenis. En el primer partido del domingo en el Gradski de Osijek esa máxima era casi imposible de cumplir, porque Bautista jugaba sin margen de error, ante un jugador enrachado y con 3000 gargantas en su contra.

Roberto no vaciló y arrancó el partido rompiendo el saque de Skugor, marcando la clara diferencia de rankings que hay entre ambos jugadores. El primer set fue una balsa de aceite para el tenista de Castellón, mandando con su derecha y jugando con mucha seguridad desde el fondo de la pista. El primer set logró cerrarlo sin muchos problemas 6-1 y por la vía rápida.

Justo en ese momento Franko debió enterarse de lo que estaba en juego. La torre de Sibenik reforzó sus prestaciones al servicio e intentó reengancharse al partido valiéndose del saque y de su agresivo golpe de derecha. El choque se equilibró y los puntos empezaron a ser más largos, dando lugar a más subidas a la red y demás jugueteos. Esos cambios de ritmo alteraron el plan de Bautista, que se veía impedido para mantener al rival en el fondo.

Como ya ocurriera con Carreño, Skugor llevó el parcial al tie break y terminó imponiendo su mejor saque. Tablas y otra vez a empezar. La zozobra cubrió el banquillo español, que se afanaba en dar ánimos a su jugador. El croata estaba otra vez desafiando a la lógica del ranking y casi nadie en el pabellón lograba a entender cómo.

En la tercera manga, Bautista volvió al plan inicial, a tirar derechas de lado a lado, a intentar que Skugor recordará la paliza que se dio el viernes. Y funcionó. Roberto se mostró sólido como el hielo de la superficie del río Drava (que riega Osijek) y metió la directa. El tercero se lo llevó 6-3 y la tranquilidad volvió a la Armada y los 50 aficionados españoles desplazados.

El cuarto set fue ajustado desde el principio, la grada de repente se llenó y empujó a Skugor a con la misma fuerza que a su jugador le empezaba a flaquear. Apretó y mucho Osijek, sobremanera en el 5-4 que el español tuvo para cerrar el partido. Skugor y la hinchada llevó el partido al tie break y allí los dos jugadores se enteraron de que eran un manojo de nervios.

En esas circunstancias no ganó el mejor sacador, ganó el jugador más frío. Todo anduvo igualado hasta el 5-5 y ahí apareció el Roberto Bautista capaz de abstraerse de todo. Un grito enorme precedió a un puñetazo al aire y luego una mirada fija a Conchita Martínez. Empata España y ahora Pablo Carreño se medirá a Nikola Mektic, casi 300 puestos detrás del gijonés en el ranking.