A Zozulya se le acaba el tiempo
Hoy se termina el plazo que le concedió el Rayo Vallecano al jugador ucraniano para que entrenara con el Betis mientras intentaba buscar un nuevo equipo donde jugar que le garantice su seguridad
Madrid
Se cierra febrero y se reabre el caso Zozulya. Este martes 28 es el último día de permiso con el que cuenta el delantero ucraniano para poder entrenar con el Betis mientras intenta buscar otro equipo donde jugar lo que resta de campaña. Un mes en el que sus agentes se han estado moviendo en el mercado en busca de un club que le garantice seguridad para ejercer su profesión, algo que cree que no va a tener en el Rayo Vallecano. Sin embargo, no han llegado a ningún acuerdo y si no cambia la situación en estas 24 horas, Zozulya se debería presentar mañana miércoles en la ciudad deportiva rayista.
Desde el entorno del futbolista esperan que el presidente del Rayo, Raúl Martín Presa, conceda una prórroga a ese permiso que vence en febrero para que puedan terminar de concretar algunas negociaciones que tienen abiertas. Zozulya no quiere volver al Rayo y que se vuelvan a producir las lamentables imágenes que tuvieron lugar a su llegada a las oficinas del club para firmar su contrato. Sin embargo y si nada cambia, el jugador se presentaría el miércoles a entrenar (tendría que ir al estadio de Vallecas, en sesión a puerta cerrada) porque no quiere ser sancionado por no presentarse a su puesto de trabajo.
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La pelota ahora está en el tejado del Rayo Vallecano. Desde el club no se han pronunciado en ningún momento de forma rotunda a favor de la incorporación de Zozulya debido al fuerte rechazo social que produjo su fichaje. La directiva rayista ha aplazado hasta hoy mismo su decisión, aunque conocen desde hace varios días la petición de los representantes del jugador que necesitan más tiempo para encontrarle un nuevo destino a Roman.
MLS o Dnipro
Las opciones más factibles para Zozulya ahora mismo son dos: volver al Dnipro o la Major League Soccer. El jugador ve con mejores ojos regresar al club que se formó como futbolista y donde es un ídolo de la afición. El problema es que el Dnipro tiene una sanción de la FIFA que le impide fichar a futbolistas y si los acreedores del club ucraniano no retiran sus denuncias, Roman no podría jugar en el Dnipro. La otra vía que manejan los agentes del jugador es firmar en una liga que arranque en 2017. Con el mercado chino ya cerrado, Zozulya podría jugar en la Major League Soccer de Estados Unidos (prioridad para él) o en algunas ligas europeas que arrancan ahora como Suecia o Noruega. Zozulya (y sus representantes) necesitan más tiempo, pero hoy se le acaba.