Las 'amistades peligrosas' de la presidenta surcoreana provocan su destitución

Madrid

Park Geun-hye es hija de presidentes. Su padre dirigió Corea del Sur dando los primeros pasos del país que es hoy, estableciendo una democracia representativa y el libre mercado que ha llevado a este gigante asiático comercialmente hablando, a ocupar uno de los lugares privilegiados en el panorama internacional.

Sus padres murieron cuando ella era muy joven y se crio prácticamente sola, sin grandes amigos o familiares directos. Solo contaba con una amiga de la infancia, que se llama Choi Soon-sil, actualmente bajo proceso judicial.

Esta mujer, Choi Soon, amparándose en su amistad con la presidenta, le corregía los discursos, miraba información confidencial para la seguridad del estado, alardeaba de ello ante sus amigos, pedía comisiones millonarias a las grandes empresas surcoreanas para sus oenegés, aunque parte de ese dinero terminaba en sus bolsillos. Era conocida por la prensa como “la rasputina” porque eran sus consejos y solo suyos, los que la presidenta escuchaba. Hacía cambiar de criterio a la mandataria en favor de sus intereses. Y alardeaba de ello ante su peluquero, su estilista e incluso mostraba el ordenador desde el que impartía las órdenes. Era ella la que dirigía el país en la sombra.

Cuando se conocieron los hechos porque su peluquero desveló parte de la trama, estalló el escándalo que ha terminado salpicando a la multinacional Samsung. El hijo del dueño de la compañía también está procesado por el pago de comisiones para la consecución de obras del estado.

Toda esta película ha terminado con la presidenta de 65 años, suspendida de sus funciones por el Congreso desde diciembre, y ahora despojada también por un panel de jueces que le ha retirado su inmunidad. Debe abandonar la residencia oficial y someterse a juicio. El primer ministro ha asumido sus funciones de presidente temporalmente hasta las elecciones anticipadas que se celebrarán en 60 días.

Tras conocer la decisión del Tribunal, centenares de manifestantes, a favor y en contra de la presidenta, salieron a la calle y en los enfrentamientos han muerto dos personas.

En las elecciones anticipadas, la izquierda podría alzarse con el poder. La presidenta ahora destituida era conservadora con un gobierno también de derechas.

Si la izquierda consigue hacerse con el gobierno podría producirse un cambio en la situación geopolítica de la región, con un acercamiento a los vecinos del norte, donde el régimen dictatorial de Pionyang saldría beneficiado y habría un distanciamiento con Estados Unidos, actualmente uno de los actores claves en la zona.