Nueva York no quiere colaborar con Trump

Nueva York

Donad Trump ama Nueva York. Pero Nueva York no parece querer tanto al presidente de los Estados Unidos. Y no sólo por las molestias que ocasiona a los vecinos de la Gran Manzana cuando visita su constantemente blindada torre en la Quinta Avenida.

Entre quienes abiertamente dejan claro su disgusto con Trump se encuentra el fiscal general del Estado de Nueva York. Eric Schneiderman le ha desafiado ante el deseo y la anunciada intención de Trump de deportar a todos los inmigrantes ilegales.

Schneiderman ha ofrecido una serie de normas para evitar que la policial local pueda cooperar en esas deportaciones. Entre ellas, que no se pregunte a nadie sobre su situación legal en el país. Es decir, que a no ser que a alguien se le investigue por la comisión de delitos o por terrorismo, ningún policía local puede preguntar sobre "los papeles". En todo caso, los policías locales deberán pedir que se les muestre una orden judicial para hacerlo. También, se pueden negar a compartir información que no sea pública e incluso a no informar a los agentes federales de cuando alguien va a ser liberado de la cárcel o tiene que acudir a un juicio para evitar ser deportados aprovechando esas circunstancias.

El fiscal asegura que las normas legales son claras: "El presidente Trump no tiene autoridad para transformar a la policía local o de un Estado en un agente federal de inmigración", asegura.

Es un reto claro a Trump que este lunes debería ofrecer al Congreso de los Estados Unidos detalle y hechos que confirmen que Obama ordenó espiarle en su torre neoyorquina. El senador republicano conservador John Mccain volvió a dejar claro este fin de semana que debe probar que Obama rompió la ley. De no hacerlo, quien fue candidato a la Presidencia y derrotado por Obama cree que al menos Trump debe disculparse.