El Parlamento Europeo pone fin a los 'minerales de sangre'
Minerales de uso común en móviles y ordenadores de los países desarrollados se han convertido en la moneda de cambio de las cruentas guerras en África. Países en conflicto donde organizaciones violentas obligan a ciudadanos a trabajar en condiciones inhumanas en minas sin las menores garantías de seguridad, para que extraigan coltán, cobre, bronce, oro, wolframio o diamantes, entre otros minerales
Madrid
Los intermediarios hacen la vista gorda para vender los minerales que se extraen de minas no reguladas, controladas por las guerrillas, donde obligan a trabajar a los lugareños en condiciones pésimas, a multinacionales o tecnológicas. El Parlamento Europeo puso freno a estas prácticas aprobando hace dos años un reglamento que exige a las empresas que comercializan estos productos, apliquen ciertas normas éticas básicas. Amnistía Internacional elaboró un minucioso informe sobre ese tráfico y los posibles medios para ponerle freno.
El drama en muchas zonas de conflicto africanas se incrementa por las violaciones de derechos humanos derivadas del comercio de minerales básicos para la vida en Occidente, como el coltán. Los grupos armados, explotan minas sin las mínimas garantías, sin los permisos oficiales y obligan a los habitantes de la zona a extraer el mineral sin seguridad alguna. Esas extracciones se venden luego a los intermediarios de las grandes compañías, diamantes, oro, wolframio, cobre tungsteno, cobalto, tantalio y mas recientemente el coltan, uno de esos minerales que se usan en los móviles y ordenadores de última generación. Con el dinero obtenido en la venta, se financian los grupos armados, sobre todo en la República Democrática del Congo.
Precisamente, Estado Unidos que había aprobado una ley que obligaba a las empresas norteamericanas a controlar el origen de esas materias primas, ley que ahora Donald Trump quiere eliminar. Esta ley llamada Dodd-Frank, prohíbe que las compañías norteamericanas no compren los llamados minerales de conflicto, o minerales de Sangre, procedentes de congo y de sus países vecinos, cuya venta sirve para financiar el conflicto bélico en la zona de los grandes lagos.
Solo en 7 años mas de seis millones de personas murieron en el país africano a causa de dos guerra sucesivas que implicaron a nueve estado de la región. La aprobación por parte del Parlamento europeo de una ley Dood Frank a la europea, podrá controlar el tráfico de estos minerales, porque las empresas tendrán que investigar de donde vienen los minerales, declarar si proceden de AFrica y verificarlo por una institución independiente que monitoree la actividad empresarial. Y ha sido este mismo mes cuando se han puesto las bases para controlar un tráfico, del que la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez Piñero, dice que es el primer paso para acabar con una sangría de la que los consumidores serán los verdaderos vigilantes de que no se produzca.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...