No son los nombres, es el programa
El director del Centro Internacional de Artes Vivas del Matadero, Mateo Feijóo, se desliga del cambio de nombres y defiende un proyecto de gestión cultural independiente del poder político y basado en la investigación
Madrid
Mateo Feijóo se desliga del "baile" de nombres de las naves del Matadero, de Madrid. "No fue decisión mía el cambiar el nombre de las salas del Matadero". "No tengo nada contra Aub y Arrabal", asegura firme. Él dice que respetó de manera escrupulosa las bases del concurso convocado por el ayuntamiento de Madrid. Claro que por otro lado, piensa que “los espacios deben definirse por su contenido, no por el nombre".
Mateo Feijóo: 'La Cultura tiene un gran problema, la ingerencia política constante'
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Se muestra convencido de que en toda la polémica sobre el cambio de nombres y el proyecto de investigación que él lidera han existido ingredientes políticos, al tiempo que denuncia precisamente la injerencia política en la gestión cultural.
Es una idea que no es nueva en él porque siempre ha creído que las unidades de creación deben ser autónomas, como sucede en gran cantidad de países europeos. Pero esa convicción se torna en polémica vía hechos concretos. Y al Matadero hay que remitirse. Sin embargo, de esa polémica rescata una cuestión filosófica al poner sobre la mesa la necesidad de reconsiderar cómo "son las casas de creación públicas". Esa es, en su opinión, una asignatura pendiente en nuestro país.
Feijóo niega la falta de comunicación de su programa y repite que las reticencias o las críticas debería haberse discutido en el momento de la publicación del concurso. Por otro lado, tampoco se siente responsable del problema político desatado en el ayuntamiento de Madrid y que culminó con el relevo de la responsable del departamento de cultura, Celia Mayer. Claro que sin dudarlo, afirma que “casi cada mañana" ha sentido (siente) el deseo de "tirar la toalla". Sin embargo, su mano le desmiente al poner sobre la mesa un folleto con toda la programación que ha preparado. La portada no es la fotografía de un cordero. Es de una cabra que sobre un suelo de paja, da la espalda al patio de butacas.
Javier Torres
Redactor de Política, trabaja en el Congreso y hace seguimiento de Vox. Anteriormente formó parte de...