Theresa May reitera a la UE que no negociará la soberanía de Gibraltar
Donald Tusk y la primera ministra británica se comprometen a rebajar la tensión pese a asuntos "inevitablemente difíciles"
Londres
El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, y la primera ministra británica, Theresa May, se han comprometido este jueves a "rebajar la tensión" de cara a las negociaciones del 'brexit', pese a que las conversaciones en ocasiones obligue a abordar asuntos "inevitablemente difíciles". Gibraltar ha sido una de las cuestiones clave abordadas por May y Tusk en el primer encuentro mantenido por ambos desde que se activó el proceso formal de divorcio la semana pasada.
La reunión ha tenido lugar en Downing Street y se ha prolongado durante unas dos horas de conversación en un ambiente "amistoso" y "positivo", que ha servido para abordar los próximos pasos a dar para pactar las condiciones de la salida de Reino Unido. "Han acordado permanecer en contacto de manera regular y tratar de rebajar la tensión que pueda surgir, incluso cuando se discuta de asuntos inevitablemente difíciles como Gibraltar", han explicado.
Sobre este asunto, un portavoz del Gobierno británico ha subrayado que no hay cambios en la posición británica respecto a Gibraltar y que Londres trabajará para obtener "el mejor acuerdo posible" también para el Peñón. Además, May ha querido dejar claro que "no habrá negociación" sobre la soberanía del territorio en disputa "sin el consentimiento de sus ciudadanos".
El borrador de directrices políticas redactado por Tusk y que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE a 27 ratificarán el próximo 29 de abril establece que el bloque dejará fuera de las negociaciones del 'Brexit' la cuestión gibraltareña, y que cualquier entendimiento posterior sobre su relación con la UE quedará condicionado al visto bueno de España. Esta consideración al derecho a veto de España, que responde a la demanda del Gobierno de Mariano Rajoy y rompe el principio de neutralidad asumido hasta ahora por la UE en la disputa por el Peñón, despertó malestar y provocó airadas reacciones desde Londres.
Por ello, Tusk ha aprovechado su visita a la capital británica para "explicar las razones" de este párrafo, que recoge que a partir del 'Brexit' sólo una de las dos partes verá sus intereses representados por la UE. Al margen de este asunto, también se mantienen alejadas en los tiempos y alcance del acuerdo de divorcio que deben cerrar antes de que el 29 de marzo de 2019 dejen de aplicarse de manera automática los Tratados europeos en Reino Unido.
El bloque mantiene la puerta cerrada a negociar el marco de las relaciones futuras en paralelo a las condiciones de salida, tal y como aspira Londres. Los 27 estarían dispuestos a discutir la forma de ese marco en una segunda etapa, siempre que se hayan producido avances suficientes en las que son sus prioridades: una salida "ordenada", en la que Reino Unido pague la factura de los fondos comprometidos con la UE hasta 2020 y queden garantizados los derechos de los europeos en el territorio británico.
En cualquier caso, la 'premier' aboga por construir una asociación "profunda y especial" con sus socios europeos y reconoce el planteamiento "constructivo" del documento redactado por Tusk. La Comisión Europea, que negociará en nombre de los 27 a través del excomisario de Mercado Interior Michel Barnier, trabaja ahora en un mandato más detallado que, previsiblemente, se conocerá en las dos semanas siguientes a la cumbre extraordinaria de líderes del 29 de abril. El último paso formal antes de abrir definitivamente las negociaciones será la luz verde de los 27 a ese mandato detallado en un consejo de ministros de la UE ordinario el 22 de mayo.