Internacional
Marruecos

Los marroquíes cristianos 'dan la cara' y exigen sus derechos al gobierno

Un grupo de cristianos defiende sus libertades individuales ante el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos sin miedo a las leyes que penalizan a los conversos

Por primera vez en la historia de Marruecos el colectivo de cristianos marroquíes se reúne con una institución oficial para exponer su causa. / CADENA SER

Rabat

Nadia es madre de familia y esposa del pastor cristiano de Marrakech. Era musulmana e incluso lucía velo, pero un buen día comenzó a leer el Apocalipsis. "Es la parte más difícil y es como si alguien cerca de mí me explicase todo", confiesa Nadia a la SER. "Allí encontré cada etapa de mi vida". En el salón de su casa celebra semanalmente reuniones clandestinas con otros fieles para "compartir la palabra de Dios".

Se convirtió al cristianismo y no se lo dijo a su esposo. "Me preguntó por qué había dejado de rezar o por qué me había quitado el pañuelo; y le respondí: porque ahora soy cristiana". De esto hace 25 años y "Dios me ha acompañado todo la vida", asegura Nadia, un nombre ficticio para preservar su verdadera identidad. Aunque no tiene miedo, por eso se presentó, junto a otros ocho fieles, el 27 de marzo en el Centro Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en Rabat para exigir sus derechos.

Es la primera vez en la historia de Marruecos que un grupo de marroquíes cristianos se reúne con una institución oficial del Estado. Lo hacen con la ley en la mano. El artículo 161 de la Constitución recoge que las primeras demandas de libertades individuales y colectivas de los ciudadanos hay que realizarlas ante el CNDH, que defiende y protege "los derechos humanos", y garantiza "su pleno ejercicio y su promoción, con estricto respeto de los referentes nacionales y universales".

Por el momento, son cinco las peticiones que la Coordinadora Nacional de Marroquíes Cristianos reivindica a las autoridades: el matrimonio civil porque todos los marroquíes se casan bajo el rito musulmán, enterrar a los fieles en cementerios cristianos, practicar el culto en las iglesias, que la asignatura religiosa sea voluntaria en los colegios, y poder poner nombres bíblicos a sus bebés. Esto último no es lo más importante porque como recuerda Susi, nombres como Ali, Mustapha o Mohamed "existían antes de que naciera el Profeta".

La asociación, con una veintena de cristianos al frente, fue creada hace un año y medio aprovechando la apertura de Marruecos en el ámbito de los derechos humanos. "Consideramos que es el momento de empezar a hablar sobre nuestra libertad paralelamente al cambio que se vive en el país", afirma Susi.

Ahora les toca esperar una respuesta. Sin embargo, el colectivo considera que haber sido recibidos y escuchados es todo un logro. Según informó Mohamed Sebbar, el secretario general del CNDH, las peticiones de los cristianos serán enviadas al nuevo Gobierno que se acaba de formar.

Prohibido practicar el culto en las iglesias

"Los cristianos en Marruecos viven en secreto", dice Hamid, un rifeño que ya consiguió entrar en España. Huyó de Nador, su ciudad natal porque "no podemos reunirnos con los hermanos, no podemos ir a la iglesia, ni tan siquiera podemos declarar que somos cristianos". Según este joven, ninguna persona ama a otra que haya cambiado la religión musulmana, y "nadie se va a casar contigo si eres un cristiano".

En Marruecos, los ciudadanos que se convierten al cristianismo no son libres de practicar su fe. La libertad de ejercicio de culto solo está garantizada para los extranjeros. Al entrar el domingo a rezar en un iglesia se ven subsaharianos, europeos o americanos, pero difícilmente marroquíes.

Las persecuciones a las personas que se convierten del islam al cristianismo son frecuentes entre los extremistas, y castigadas por la ley con hasta tres años de cárcel por proselitismo, según el artículo 220 del Código Penal. Sin embargo el pastor de Taroudant (a 80 kilómetros de Agadir) y portavoz del grupo, Mustapha Susi, asegura que los problemas no son tanto con el Gobierno pero sí con el pueblo. "Las autoridades han empezado a comprender que en Marruecos hay también cristianos, y otras religiones diferentes. El problema es con la población, porque no entiende que haya ciudadanos que no sean musulmanes. Para ellos un marroquí tiene que ser musulmán".

Al practicar el culto en reuniones clandestinas en apartamentos privados, no sé conoce el número exacto de marroquíes que profesan el Cristianismo en Marruecos. Según un estudio americano de 2014, hay entre 8.000 y 10.000 fieles, y se concentran principalmente en el sur del país. Esta asociación representa a la mayoría de ellos, pero hay algunos que no están de acuerdo en manifestar públicamente sus necesidades "probablemente por miedo", mantiene el coordinador. Para ellos el número es "mucho mayor" y Susi, por ejemplo, habla de hasta de un millón de marroquíes cristianos. En lo que sí coincide todo el grupo es que "cada día hay más personas que llaman a su puerta".

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00