El último rinoceronte blanco del mundo busca novia en Tinder para salvar su especie

Madrid

"Soy único en mi especie. No, en serio. Soy el último rinoceronte blanco del planeta. No quiero adelantarme, pero el futuro de mi especie depende de mí. Funciono bien bajo presión. Me gusta comer hierba y relajarme en el barro". A través de esta presentación en la popular aplicación de citas Tinder, la protectora Ol Pejeta Conservancy busca novia para el último rinoceronte blanco del mundo.

La reserva ha llegado a un acuerdo con Tinder para que el perfil de este rinoceronte, que vive en Sudán, sea visto en más de 190 países y más de 40 idiomas. Todos aquellos usuarios que accedan al perfil de Sudán, nombre con el que se conoce al rinoceronte, serán dirigidos a una página de donaciones para colaborar a preservar la especie, tal y como asegura el jefe de comunicaciones y marketing de Tinder, Matt David.

Nueve millones de dólares para proteger la especie

Ol Pejeta Conservancy ha estimado que necesitarán nueve millones de dólares (más de ocho millones de euros), para proteger la especie y completar la investigación sobre Técnicas de Reproducción Asistida (TRA). Por el momento, Sudán vive con dos hembras, Najin y Fatu. No obstante, debido a su avanzada edad, estos dos ejemplares no han sido capaces de quedarse embarazadas.

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Por esa misma razón, Matt David quiere darle la oportunidad, al soltero "más deseado del mundo", la oportunidad de conocer a su pareja: "Creemos que las personas que conocemos pueden cambiar nuestras vidas. No me sorprendería si Sudán resultara ser uno de nuestros usuarios con mayor número de likes".

Custodiado las 24 horas

Mientras tanto, el rinoceronte es custodiado por dos guardias armados las 24 horas del día para que los cazadores furtivos no acaben con su vida. Por lo tanto, la protectora trata desarrollar una tecnología que ayude a Sudán a lograr la tan ansiada descendencia.

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El director ejecutivo de Ol Pejeta Conservancy, Richard Vigne, ha explicado que la idea es la de crear un hato viable de rinocerontes blancos del norte para, posteriormente, reintroducirlos en la naturaleza, preservando así la especie que pende de un hilo. Un hilo llamado Sudán que busca una compañera de vida que le ayude a conseguir uno de los bebés más esperados del mundo en la actualidad.