El presidente del Frente Nacional dimite por haber negado el holocausto
Jean François Jalkh dimite como presidente del partido de Marine Le Pen por negar, en una entrevista que le hicieron en año 2005, que los nazis pudieron haber utilizado gas para exterminar en masas a los judíos
Madrid
Obligada a ampliar su base electoral para alcanzar Emmanuel Macron en las encuestas, Marine Le Pen ha optado por abandonar su cargo de presidenta del Frente Nacional (FN) por lo menos hasta el final de las elecciones electorales. Le Pen así busca superar en la segunda vuelta a Macron y romper el ‘muro republicano’ que impidió que su padre, Jean-Marie Le Pen, pudiese vencer al expresidente Jacques Chirac en el año 2002. La estrategia es recaudar los votos del excandidato republicano François Fillon y al ultraizquierdista Jean Luc Mélenchon quienes podrían votar por Le Pen sí se vieran desilusionados por las políticas centristas de Macron.
No hubo suerte, abandonando las riendas del partido de extrema derecha cofundada por su padre en los años 70, la candidata ha confiado su gestión en Jean François Jalkh, miembro de este desde 1974, quien a tan solo pocos días de ocupar el cargo, ha revivido el pasado antisemita y racista del FN. Este viernes Jalkh dimitió de su puesto tras haber sido acusado de negacionismo por las declaraciones que hizo durante una entrevista que le concedió a la revista Les Temps de savoirs en el año 2005. En ella, Jalkh dice que él no es “personalmente negacionista”, pero cita a un “negacionista o revisionista serio” Robert Faurisson. Jalkh, durante la entrevista, recalca “la seriedad” con la que el exprofesor de literatura llego a la conclusión que hubiera sido “imposible” que los nazis utilizaran el gas Zykon B para exterminar en masa a los judíos.
“Yo considero que es imposible desde el punto de vista técnico (…) que se utilizará (el gas) para la exterminación de masas. ¿Por qué? Porque habría que descontaminar la habitación donde se utilizó previó a volver a utilizar el gas” afirmo Jalkh.
El eurodiputado está semana negó haber hecho esas declaraciones y la considero fruto de una conspiración. Durante una entrevista con el diario Le Monde, Jalkh garantiza que no recuerda haber dado esa entrevista. “Esta es la primera vez que escucho esa clase de basura, no tengo memoria de aquello. Tal vez me hicieron una entrevista, pero ese tipo de temas no son mis preferidos”, aseguró el eurodiputado. Pero Magali Boumaza, la estudiante de doctorado que lo entrevistó, afirma que guardo los apuntes. Mientras tanto la presidencia del Frente Nacional será ocupada por Steeve Briois, el vicepresidente del Frente Nacional y alcalde de la ciudad Hénin-Beaumont.
El Frente Nacional se defiende
Pese al escándalo, el Frente Nacional en principio salió a defender al presidente interino. Su portavoz David Richline defendió al Jalkh calificando la historia como “un montaje” y resaltó "los valores" del eurodiputado, mientras que el número dos de Marine Le Pen, Florián Philippot, califica el evento como parte de la campaña electoral de 2017 que ha estado envuelta en “controversia” y dijo que Jean-François Jalkh es “serio, moderado y un patriota”.
Pero el escándalo ha salpicado a la candidata Marine Le Pen que dejo el cargo para ser una “presidente de todos los francés”. Le Pen sigue persiguiendo declaraciones que hizo hace dos semanas cuando negó las colaboraciones de los franceses con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial en donde la llamada redada del 'Vél d´Hiv', ayudo a detener 13.000 judíos en Paris para ser llevados al campamento de exterminio Auschwitz (en Polonia). Le Pen se defendió argumentando que eso fue obra del gobierno ilegal de Vichy, pero ha sido criticada por ser similares a las declaraciones que su padre hizo cuando era candidato del FN y quien considera que el “holocausto fue un detalle en la historia”.