El lapsus del juez Eloy Velasco

Madrid

Los casos de corrupción suelen ser auténticas macrocausas y las macrocausas suelen ser procedimientos judiciales complejos con registros interminables y acopio de ingente de documentación a través de procedimientos reglados en los que los investigadores regatean al sueño. El problema es que el cansancio puede jugar, a veces, malas pasadas y eso es lo que le ha ocurrido al juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco.

El instructor de la operación Lezo ha tenido un lapsus en el auto que firma para justificar el desprecinto y volcado del material intervenido en los registros efectuados el pasado 18 de abril. Velasco atribuye por error a Ignacio González un delito de enaltecimiento del terrorismo. Según fuentes jurídicas, asegura que "no estamos ante meras sospechas sino ante la constancia y evidencia de claros indicios objetivados de la participación de la persona investigada en la comisión del referido delito de enaltecimiento del terrorismo". Un delito lo suficientemente grave como para "restringir el derecho a la intimidad y la protección de datos de carácter personal de la persona investigada para obtener información trascendental que permita esclarecer los hechos".