Merkel recibe a Macron, su cuarto tándem al frente del eje franco-alemán
Este encuentro se producirá después de que el partido de Merkel se haya impuesto al de Schulz en Renania-Westfalia
La canciller alemana, Angela Merkel, recibirá el lunes al nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, el cuarto jefe del Estado galo con quien guiará el eje franco-alemán, puntal de la política exterior germana y europea. Un día después del relevo formal de poderes de manos de François Hollande, Macron cumplirá con la práctica establecida entre Berlín y París de rendirse de inmediato la primera visita de "presentación".
La cita en Cancillería, prevista para la tarde del lunes, se produce una semana después de que Hollande acudiera a Berlín para una visita de despedida entre aliados que, de acuerdo a lo habitual, congeniaron pese a proceder de familias políticas distintas. Para la canciller, en el poder desde 2005, Macron será el cuarto jefe del Estado con quien compartirá el liderazgo del eje, tras su debut con Jacques Chirac en el Elíseo, de haber formado un sólido tándem con Nicolas Sarkozy y de haber cohabitado con Hollande.
Con el conservador Chirac tuvo su aprendizaje entre cumbres internacionales, mientras que con su correligionario Sarkozy atravesó el peor momento de la crisis global y sus efectos devastadores para la zona-euro, con tal aquiescencia que acuñaron el apodo 'Mercozy'.
El socialista Hollande obtuvo de Berlín el respaldo leal, entre el azote del terrorismo yihadista y también frente al persistente debilitamiento económico francés.
A Macron se le recibirá en Berlín entre advertencias, apenas una semana después del alivio con que se festejó su victoria frente a la opción rupturista representada por la ultraderechista Marine Le Pen. El lunes pasado, un día siguiente del triunfo electoral del candidato europeista, Merkel expresó ya tanto su confianza en la solidez del eje franco-alemán, como su convicción de que no motivos para cambiar el Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento.
Su precisión respondía a la propuesta de su ministro de Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, defendiendo que Berlín debe apoyar más a Francia, acabar con la estricta "ortodoxia fiscal" y poner en marcha un plan germano-alemán de inversiones. "Francia debe tomar sus propias decisiones" y Macron debe "formular sus propuestas y deseos", apuntó la canciller, con vistas a esa primera visita, ya como nuevo presidente, a Berlín.
La reunión de mañana sigue a la que Macron mantuvo con Merkel en marzo, en que la canciller le recibió como candidato aún para la primera vuelta, unas semanas después de haberlo hecho con el aspirante de su partido "hermano", el conservador François Fillon.
En ese primer contacto Macron obtuvo el respaldo de Berlín, pero ahora hay expectación ante su primera comparecencia ante los medios, con Merkel y ya como nuevo presidente, comprometido a reactivar la economía francesa.
Merkel planteó estos días la posibilidad de "abordar" con Macron un programa conjunto de inversiones, sin precisar más detalles. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, salió al paso ayer desde el semanario 'Der Spiegel', a las críticas insistentes por el peso que tienen en la economía del país los sucesivos récords exportadores y sus consecuencias sobre otras economías europeas.
El éxito exportador alemán y su superávit surge de la combinación de la "alta competitividad de la economía alemana" y del hecho de que Alemania "es parte de una unión monetaria", apuntó Schäuble. El hombre fuerte del Gobierno de Merkel, apóstol de la doctrina de la austeridad, se mostró convencido de que Macron podrá reducir el déficit público hasta el límite del 3%. "Eso lo puede lograr Francia", afirmó Schäuble, quien aseguró que "nunca" criticó "una recomendación de la de CE" sobre el déficit de otros países.
Merkel se impone a Schulz en Renania-Westfalia
Esta reunión se producirá después de que la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, se haya impuesto por tercera vez consecutiva en unas elecciones regionales, las de Renania del Norte-Westfalia, unos resultados que dejan malherido a su rival en las generales del septiembre próximo, el socialdemócrata Martin Schulz.
El Land (estado federado) más poblado y teóricamente izquierdista del país, tradicionalmente dominado por el socialdemócrata SPD, apeó del poder al partido que en enero designó al expresidente del Parlamento Europeo como candidato teóricamente capaz de arrebatar a Merkel la Cancillería.
La CDU, liderada en el Land por Armin Laschet, obtuvo un 33,8% de los votos (un aumento de casi 6 puntos respecto a 2012), mientras que el SPD de la jefa del Gobierno regional, Hannelore Kraft, se quedó en el 30,8%, una caída de 9 puntos, según las proyecciones de la cadena pública ZDF. Los otros vencedores de la jornada eran el Partido Liberal (FDP), que se dispararon como tercera fuerza con un 12% de los apoyos, mientras que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) logró un sólido 7,8% y el acceso a la cámara regional decimotercera, del total de dieciséis Länder del país. Estas dos formaciones minoritarias ven reforzada la aspiración de lograr escaños en el Bundestag (Parlamento federal), lo que para el FDP implica el regreso a esa cámara tras una legislatura de vacío y para la AfD un hito que hasta ahora no ha logrado ningún partido de su espectro. Los Verdes, socios de coalición en el Land, cayeron a un 6,1% -un descenso de 6 puntos respecto a 2012- y perpetuaron así la mala racha que atraviesan, a cinco meses de las elecciones generales.
Los comicios en ese Land eran el tercer y último test en las urnas antes de las legislativas del 24 de septiembre, en las que Merkel buscará la reelección para un cuarto mandato.