Por qué la última gran muerte de 'Juego de tronos' es diferente a todas las demás
El showrunner de la serie da las explicaciones pertinentes
Madrid
La justicia de la reina volvió a manifestarse de diversas formas en el 7x03 de Juego de tronos. Aunque no cabe duda de que a Cersei Lannister le supo mejor el beso (envenenado) que le selló a la hija de Ellaria Arena, la audiencia lamentó todavía más la muerte de Lady Oleanna, aniquilando así al último miembro de la Casa Tyrell.
Pero a pesar de la tragedia evidente que mancha estos últimos acontecimientos, hay que admitir que la Reina de las Espinas deleitó a los espectadores con una de las muertes más dignas de la serie de HBO. El propio showrunner de la ficción, D.B. Weiss, así lo admitió.
"Lo que realmente me gusta es cómo interpreta Diana Rigg esta última escena porque, aunque termines de ver la secuencia sabiendo que poco después va a morir, todavía te quedas con la sensación de que fue ella la que ganó", explica el creador. "Lady Oleanna grana en su propia escena de muerte".
Lo cierto es que al productor de Juego de tronos no le falta razón. Cabe recordar que durante la última secuencia del capítulo La justicia de la reina, Lady Oleanna Tyrell, ya en sus últimos minutos de vida, confesaba a Jaime Lannister que había sido ella la que había envenenado a Joffrey.
Después de que Jaime le concediera una muerte misericordiosa, desobedeciendo el deseo de Cersei, la Reina de las Espinas aprovechó para dar el último golpe psicológico a la Casa Lannister.
Sin duda, se trata de una salida triunfal por parte del personaje que tan bien se ha desenvuelto a lo largo de su trayectoria en la ficción de corte fantástico.