Sociedad
Atentados Barcelona y Cambrils

Las mezquitas, blanco de ataques islamófobos tras el atentado de Barcelona

Solo han pasado dos días desde el doble atentado, pero las muestras de xenofobia no han parado de crecer

En los últimos siete años las agresiones islamófobas se han incrementado en nuestro país, hasta llegar al medio millar registrado en 2016

Vecinos de Barcelona expulsan a grupos antifascistas de la Rambla. / Carl Court Getty Images

Madrid

Pasó en Inglaterra tras los atentados de Manchester, también en Francia tras los ataques simultáneos de París y ahora, tras el atentado de este jueves en Barcelona, en nuestro país. El odio hacia los refugiados, inmigrantes y musulmanes se revuelve y revive tras cada atentado de corte yihadista. Solo han pasado dos días desde el atropello masivo registrado en la Rambla, pero las muestras de xenofobia en España no son pocas.

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Los muros de una mezquita de Montblanc son solo un ejemplo de la islamofobia que ha dejado de esconderse desde el doble atentado registrado en Cataluña. “Vais a morir putos moros”, puede leerse en algunas de las pintadas xenófobas que cubren la pared de este centro de culto ubicado en la provincia Tarragona.

Pero este templo catalán no ha sido el único blanco de ataques islamófobos. Los mensajes racistas han superado las fronteras catalanas y se han replicado en otras mezquitas del país, según han denunciado varios activistas contra el racismo en Twitter.

Un templo madrileño en la localidad de Fuenlabrada ha amanecido este sábado cubierto de pintadas contra la comunidad musulmana. “Muerte al Islam”, “Dios con nosotros” son algunos de los textos que cubren la fachada del templo. En esta ocasión, junto a las amenazas tintadas en rojo, los autores de la pintada han dejado una cabeza de cerdo, según puede verse en las imágenes difundidas en Twitter sobre el suceso.

La mezquita había difundido horas antes un comunicado mostrando su “rechazo” y “repulsa” al atentado terrorista perpetrado en la Rambla de Barcelona el jueves, que dejó catorce víctimas mortales y casi un centenar de heridos.

Los mensajes difundidos por diversas instituciones -desde ayuntamientos a organizaciones religiosas o la misma Policía- condenando estos actos islamófobos no han conseguido parar la ola de ataques. Sevilla o Granada son algunas de las ciudades que este domingo también se han convertido en blanco de actuaciones xenófobas.

La mezquita de la capital hispalense se ha despertado cubierta de pintadas, con mensajes como “moro que reza machete a la cabeza” o “stop islam”. Mientras que en Granada, unos doce miembros del grupo neonazi Hogar Social han atacado la mezquita del Albaicín, sirviéndose de bengalas y proclamas xenófobas e islamófobas.

“Quien financió esta mezquita, financió el terrorismo”, puede leerse en uno de los carteles que portaba la organización de ultraderecha, que utilizó el humo de una bengala para obligar a salir a los musulmanes que se encontraban dentro del recinto.

Las musulmanas, blanco mayoritario

Las agresiones islamófobas en nuestro país no han dejado de crecer en los últimos siete años. Solo en 2016 se registraron 573 agresiones contra la población musulmana, más del doble de las registradas el año anterior, cuando se documentó un incremento del 567% en el número de agresiones con respecto a 2014, según datos de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia.

Además, estas cifras se reparten de forma desigual entre los diferentes miembros de la comunidad musulmana, siendo las mujeres las más damnificadas por este tipo de violencia. Este colectivo representa el principal blanco de las agresiones islamófobas, seguido a continuación de las mezquitas, que en 2016 registraron el segundo mayor número de incidentes, según las estadísticas de la asociación.

Además, desde la plataforma señalan que los casos denunciados apenas representan la punta del iceberg, pues solo un 18% de las agresiones de naturaleza islamófoba se llega a poner en conocimiento de la policía.

En casa "por si acaso"

Algunos miembros de la comunidad musulmana también han denunciado a través de las redes sociales la sensación de inseguridad que llevan experimentando en las últimas horas cada vez que salen a la calle. Este es el caso de la hermana de Yasmín. En un hilo de Twitter, relata cómo su hermana ha decidido no salir de casa en unos días “por si acaso” pasa algo.

“¿Os parece normal que hijabíes se tengan que encerrar por miedo a que les digan/hagan cualquier cosa? Ayer su marido estaba en un café, con otros amigos marroquíes y un hombre les soltó: ‘Fuera de aquí, idos a atentar a vuestro país’”, ha denunciado Yasmín en varios mensajes publicados en su muro de Twitter.

Tampoco han faltado los grupos neonazis y fascistas que han intentado reventar los actos de homenaje a las víctimas del atentado de Barcelona. Este viernes, miembros de la Falange se habían citado en la Rambla para manifestarse contra el Islam. Pero sus intentos por difundir su mensaje xenófobo le salieron rana. Los vecinos de la Ciudad Condal y miembros de grupos antifascistas se echaron a las calles y consiguieron arrinconar a los ultras, que finalmente tuvieron que abandonar su propósito y salir escoltados por los Mossos.

La intervención de los vecinos barceloneses fue muy aplaudida en las redes sociales. Especialmente la de Fatima Aatar, una mujer musulmana que plantó cara a los ultras concentrados frente al mercado de La Boquería.

En Madrid, los actos de odio de agrupaciones ultra también intentaron boicotear las concentraciones de unidad. Miembros del grupo neonazi Hogar Social intentaron reventar el minuto de silencio convocado el viernes frente al Ayuntamiento de la capital para homenajear a las víctimas del doble atentado de Cataluña. Pero, cuando empezaron a increpar a los allí presentes, agentes de Policía intervinieron para que el acto continuara desarrollándose con normalidad.

La comunidad musulmana responde

El centro Cultural Islámico Catalán ha convocado este sábado una concentración para mostrar su repulsa al terrorismo y desvincularlo de su religión. Al encuentro han acudido un centenar de musulmanes residentes en Cataluña, que han coreado  lemas como "Soy musulmán, no soy terrorista", "No en mi nombre" y "El islam es paz", entre otras consignas.

Los manifestantes, que volverán a concentrarse este lunes, han subrayado su compromiso con la paz y la convivencia entre personas de diferentes creencias y religiones y se han mostrado en contra de la estigmatización del colectivo musulmán.

 
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