Zoido anima a "trabajar sin descanso" porque no descarta "llorar a nuevas víctimas"

Rabat

Los ministros de Interior español, Juan Ignacio Zoido, y su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, se reunieron el martes en Rabat para "intercambiar información al más alto nivel sobre la investigación de los atentados de Cataluña en la que Marruecos colabora intensamente con las Fuerzas y Cuerpos de seguridad españolas", informó el lunes el ministerio español.

El encuentro transcurrió en el ministerio de Interior de Rabat a primera hora de la mañana en presencia del Embajador de España en Marruecos, Ricardo Díez-Hochletiner Rodríguez, y del delegado al ministro marroquí, Noureddine Boutayeb. A la salida en una declaración conjunta ante la prensa destacaron una vez más que la colaboración entre Marruecos y España es "clave en la lucha contra el terrorismo yihadista", y que ha permitido detener a 175 presuntos yihadistas con perfiles radicalizados desde que se elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA) en España en junio de 2015.

Además destacaron que se realizaron 12 operaciones conjuntas entre 2014 y 2017. La última en mayo, en la que fueron detenidos tres yihadistas, dos en Badalona y Salou, y uno en Tánger por formar parte de una célula terrorista del Estado Islámico.

"Anticiparse a los nuevos hábitos y modos de radicalización"

Las acciones conjuntas futuras irán orientadas "a reforzar aún más el intercambio de información entre nuestros dos países sobre aquellas personas susceptibles de incitar a la radicalización, así como actividades transfronterizas consideradas de especial seguimiento y vigilancia en materia de seguridad". El objetivo es "anticiparse a los nuevos hábitos y modos de radicalización y ser todavía más eficaces".

El ministro se mostró optimista pero dejó claro que terminar con el terrorismo "no va a ser fácil, ni de un día para otro, y que desgraciadamente es muy posible que haya que llorar a nuevas víctimas, pero por la memoria de ellas tenemos que trabajar sin descanso hasta acabar con esta amenaza".

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Zoido y Laftit han coincidido en que la prevención y la lucha contra la radicalización violenta son los pilares fundamentales en los que se debe basar la política antiterrorista. Para contrarrestar la amenaza terrorista, “debemos actuar en todos los ámbitos posibles, comenzando por las raíces donde se gesta la ideología terrorista, es decir luchando firmemente contra la radicalización”. En este sentido, los dos ministros del Interior han señalado que la amenaza terrorista es “un fenómeno complejo, que está en constante evolución y nuestra obligación es intentar ir siempre por delante, dando los pasos necesarios para prevenir dicha amenaza”.

Investigaciones en curso

El ministro español agradeció a su homólogo las detenciones tras los atentados del 17 de agosto pero no quiso entrar en los detalles sobre los arrestados en Marruecos tras "porque están todavía sometidos a la investigación".

Zoido detalló que tras los ataques de Barcelona y Cambrils, en los que fueron asesinadas 16 personas y más de 120 resultaron heridas, "las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España han estado en permanente contacto con las de Marruecos". Recordó que 11 de los 12 terroristas vinculados a la célula que actuó en Cataluña eran marroquíes, pero que muy jóvenes se habían trasladado a España y allí se habían educado y habían convivido; y el otro era nacido en España pero de origen marroquí.. Por lo tanto destacó la importancia de "prevenir la radicalización". Asimismo el ministro marroquí Laftit añadió la necesidad de prestar atención especial a los hijos de migrantes marroquíes de segunda y tercera generación para evitar que caigan en el extremismo.

La seguridad marroquí y española también se reunió en Rabat

Paralelamente, Abdellatif Hammouchi, jefe del grupo DGSN-DGST, celebró reuniones de trabajo con los tres altos funcionarios responsables de seguridad españoles. Hammouchi estuvo acompañado por funcionarios de sus equipos, entre ellos el director general de la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ), Abdelhak Khiame. Por parte de España, se reunieron Luis Olivera, director del Centro de Información sobre Terrorismo y Delincuencia Organizada (CITCO); Pablo Salas, general y jefe del Departamento de Inteligencia de la Guardia Civil; y Enrique Barón, comisario general de información de la Policía Nacional, encargados de la lucha contra el terrorismo y la inteligencia y la seguridad en España.

No se conoce por el momento el contenido de las discusiones entre las dos partes, aunque la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada estaría en el centro de esta reunión paralela.

Los ministros hablaron también de migración

En la reunión de Rabat se trataron otros temas bilaterales de importancia, como la migración. Ambos ministros hablaron de la necesidad de "intensificar el trabajo conjunto para mantener el control de los flujos migratorios, y las rutas de embarcaciones de la fachada atlántica, del Estrecho de Gibraltar, y de Ceuta y Melilla".

"La colaboración de Marruecos ha sido fundamental para evitar varios asaltos masivos" y subrayó que "las medidas implantadas están dando resultados". A pesar de " debemos estar prevenidos para actuar contra la reactivación o el uso de nuevos 'modus operandi' o rutas".

Es la tercera visita a Rabat desde la llegada del ministro al Gobierno en 2016. De hecho Marruecos fue el primer país al que viajó tras responsabilizarse del ministerio. Un mes antes de los ataques en Cataluña, Zoido defendía en Bilbao que "Marruecos es el mejor socio de España en materia de lucha contra el terrorismo yihadista" y lo mismo defendió durante su primera visita a Rabat en diciembre de 2016.

El pasado 3 de julio se celebró en Sevilla la Cumbre del G-4 con los ministros de Interior de España, Marruecos, Portugal y Francia, lo que pone de manifiesto que los contactos en materia de Interior son "permanentes y estrechos entre países vecinos que buscan lo mejor para la seguridad de sus ciudadanos", como destaca una nota de prensa de Interior.

El trabajo conjunto realizado tras los atentados de España es un ejemplo más de la cooperación “necesaria, magnífica y leal” por ambas partes en todo lo que respecta a la seguridad, pero especialmente contra el terrorismo, el crimen organizado y la trata de seres humanos.