Cristiano no entiende de muros

Cuando el debate en la calle ponía el foco del arranque irregular del Madrid en la falta de pegada, Zidane lo ponía en la debilidad defensiva que habían mostrado sus chicos en algunos momentosde los partidos. La famosa intensidad que tanto le gusta sacar a relucir en sus ruedas de prensa al entrenador madridista le tenía mucho más preocupado que las ocasiones desperdiciadas. Y con razón.

Ante el Borussia el Madrid se encontró un equipo alegre, divertido de ver, pero que concede demasiado atrás y el campeón de Europa aprovechó para lucir su demoledora pegada. O mejor dicho,lució a Cristiano. El portugués, que sigue manteniendo unos números demoledores en Champions, encontró además en Bale un socio perfecto para destrozar a los alemanes. El de Cardiff se salió en ataque y mostró su cara más solidaria echando una magnífica mano en defensa. Acabó fundido y acalambrado, pero respondió con un partidazo a la eterna fe que parece tenerle su entrenador.

Zidane, que veía algo alicaída a la tropa, pidió a sus futbolistas un golpe de autoridad ante Europa para demostrar que la ambición por ganar sigue intacta y los chicos respondieron con un partidazo ante un gran equipo y en un gran escenario. Se acabó la milonga de la pegada y habrá que buscar otros puntos débiles a un campeón que sigue a lo suyo: derribar muros.