La forma de medir el kilogramo cambiará a partir del año que viene
El Sistema Internacional de Unidades también modifica las definiciones del amperio, el kelvin y el mol
Madrid
Hasta la fecha, el kilogramo se definía por la masa de un cilindro de platino-iridio que se almacena en una cámara de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (CGPM). No obstante, esta definición dejará de ser válida a partir de noviembre de 2018 tras la última revisión del Sistema Internacional de Unidades, la mayor desde su inauguración en 1960.
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Tal y como ha dado a conocer la revista de divulgación científica Nature, la Oficina Internacional de Pesos y Medidas se reunió la pasada semana cerca de París y aprobó los cambios en la definición tanto del kilogramo como el de otras unidades como el amperio, el kelvin y el mol. La organización ha optado por cambiar estas definiciones por métodos más fiables que el peso de un metal que puede perder átomos e incluso absober moléculas del aire.
Un sistema más fiable
En la actualidad, estas unidades se miden en base a constantes abstractas o definiciones arbitrarias. A partir de noviembre del próximo año, estas unidades estarán basadas en números invariables, las constantes fundamentales del universo, lo que permitirá a los científicos a trabajar con el más alto nivel de precisión en cualquier escala.
Los científicos usarán constantes como h, la constante de Planck; e, la cantidad de carga eléctrica de un único protón o -e, la carga del electrón; k, la constante de Boltzmann y NA, la constante de Avogadro. Gracias a estas, los científicos podrán llevar a cabo mediciones más precisas que, además, no afectan a las escalas convencionales.
Las nuevas definciones
A día de hoy, el kilogramo está definido por la masa del cilindro de platino-iridio. No obstante, a partir de mayo de 2019, cuando los cambios sean vigentes, pasará a medirse con la balanza de Watt, un instrumento que compara la potencia mecánica con la potencia electromagnética.
El amperio, la unidad de corriente eléctrica, se define a día de hoy mediante un experimento que genera una fuerza entre dos cables infinitos. No obstante, de cara a mayo de 2019, se medirá mediante una bomba de electrones que genera una corriente medible contando electones individuales.
Mientras tanto, la unidad de temperatura kelvin pasará a medirse mediante termometría acústica, con la frecuencia de las ondas sonoras que resuenan dentro de una esfera de gas que es proporcional a la velocidad media de los átomos que hay en su interior. Hasta la fecha, esta unidad se relaciona con la temperatura y presión a la que coexisten elementos como el agua, el hielo y el vapor de agua en equilibrio.
Por último, el mol, que a día de hoy se define como la cantidad de sustancia que hay en un sistema con tantas entidades elementales como átomos hay en 0,012 kilogramos de carbono-12, pasará a medirse mediante un láser que determinará la cantidad de átomos que hay en una esfera perfecta de silicio puro-28. Gracias a estos nuevos cambios, que serán aprobados en noviembre de 2018, pero que no entrarán en vigencia hasta mayo de 2019, los científicos podrán medir estos elementos de una forma más fiable.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...