Colombia negocia la paz inmersa en violencia y esperanza
Santos y las FARC intentan apuntalar el final del conflicto armado frente a la oposición parlamentaria y la violencia de paramilitares y narcotraficantes
Bogotá
El Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han acordado poner fin al conflicto armado que ha desangrado el país durante más de medio siglo. Sin embargo, el rechazo de la oposición parlamentaria y la violencia desatada por paramilitares y narcotraficantes amenazan con malograr este acuerdo y acabar con uno de los procesos de paz más ambiciosos y necesarios de la historia reciente de América Latina.
La guerrilla denuncia que el acuerdo firmado en La Habana está siendo objeto de una "renegociación" en el Parlamento colombiano que deja en papel mojado mucho de lo pactado en sus páginas. El principal obstáculo reside en la reforma agraria, que prevé la creación de un banco de tierras para repartir entre el campesinado y la regularización de aquellos cultivos explotados sin título de propiedad, una situación muy habitual en el país.
Por su parte, el Gobierno está sometido a una enorme presión por parte de una oposición en la que su cabeza más visible es el expresidente Álvaro Uribe, quien se ha opuesto tajantemente al acuerdo de paz desde que se anunciara la primera ronda de negociaciones. Uribe es partidario del uso de la fuerza para derrotar a las FARC, algo que de momento no ha funcionado en el más de medio siglo que ha durado el conflicto armado.
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Hasta ahora las FARC han cumplido su parte del acuerdo: han entregado las más de 7.000 armas de su arsenal y se han retirado a las zonas veredales, para transitar a la vida civil progresivamente. Pero los territorios desalojados no han sido recuperados por el Estado sino tomados a la fuerza por paramilitares y narcotraficantes, que los han hecho aún más peligrosos que cuando eran zona de guerra. Más de un centenar de líderes sociales han sido asesinados desde que la guerrilla abandonara aquellas tierras, y el número de asesinatos sigue creciendo cada semana.
En el reportaje de IBE.TV, grabado en Bogotá, Medellín y Tumaco, algunos de los protagonistas de este acuerdo exponen sus puntos de vista desde posiciones enfrentadas pero comunes en lo que respecta a la búsqueda de la paz. Una paz que podría romperse si el proceso sigue topándose con las dificultades que plantea la oposición y con la violencia de narcotraficantes y paramilitares.